Torró: “El territorio es un factor clave de competitividad para captar inversiones como la gigafactoría del Grupo Volkswagen en Parc Sagunt”

La consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Rebeca Torró, ha destacado en la clausura del II Congreso sobre Urbanismo Productivo, celebrado en la Universitat Politècnica de València (UPV), la importancia del territorio como factor clave de la competitividad para captar inversiones, “como así lo demuestra la decisión del Grupo Volkswagen de implantar la primera gigafactoría de baterías eléctricas en Sagunt y que hoy precisamente ha confirmado esta inversión de 3.000 millones de euros en nuestra Comunitat”.

A este respecto, Torró ha apuntado que “como activo no deslocalizable”, el territorio es un elemento esencial para “captar inversiones, talentos y generar renta y empleo”, y ha recordado la modificación de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje con el objetivo de “facilitar la implantación racional de actividades económicas en el territorio compatibles con la conservación y mejora de sus valores ambientales, culturales y paisajísticos”.

En este sentido, la consellera ha afirmado que “el urbanismo debe ser un instrumento que facilite está relocalización de la economía, desde el respeto a la cohesión social, sostenibilidad económica y medioambiental y que sea un urbanismo democrático, es decir, transparente y participativo”.

Para Torró, es necesario "ir dando forma a un nuevo urbanimo útil, pragmático y, sobre todo, ágil y verde", y los agentes implicados "necesitan seguridad, claridad, estabilidad y simplificación de los procedimientos, así como certidumbre en los plazos. Según la responsable de Política Territorial, la falta de simplificación genera un gran desconcierto que “dificulta una gestión urbanística eficiente al tener que invertir años en la tramitación y aprobación de Planes Generales que son el principio del trayecto”.

Asimismo, se ha referido a la inutilidad de “un Plan general aprobado y no gestionado” y ha hecho un llamamiento a “reestudiar los procedimientos urbanísticos y ambientales” de forma que “se permita simultanear procedimientos sin perder seguridad jurídica y respeto a los valores de este nuevo urbanismo”.

Como ha indicado, en el urbanismo productivo “el consumo de suelo solo se produce si es estrictamente necesario porque existe un proyecto sostenible ambiental y económicamente”. Además, Rebeca Torró ha añadido que “planificar urbanismo a 25 o más años supone ordenar el territorio para las siguientes generaciones sin disponer de los datos sociológicos necesarios que seguramente no se ajustarán a sus necesidades”.

Al respecto, ha reiterado que “la simplificación del urbanismo pasa por la agilidad en su tramitación y sencillez en su planteamiento”, y ha apuntado la posibilidad de que, quizás, “volviendo previsiones a ocho o doce años vista y la distribución en cuatrienios sean más factibles en cuanto a su ejecución”.

Igualmente, ha abogado por un urbanismo digital y que consiga “viviendas habitadas a precios asequibles e industrias en funcionamiento en suelos adecuados y equipados”. Torró ha resaltado que el urbanismo productivo pretende generar “dinámicas positivas para las administraciones, los profesionales y el sector inmobiliario, dejando atrás el urbanismo especulativo”.

En su intervención, la consellera ha subrayado que el nuevo urbanismo “será moderno y modernizado, ágil y efectivo”, capaz de “ocupar el territorio y transformar aquel suelo que, mediante los estudios de viabilidad económica, se acredite que son sostenibles”, y que “vuelva la mirada a la ciudad consolidada”, teniendo en cuenta los crecimientos por los aumentos de población.

“El resultado de la aplicación de este nuevo urbanismo -ha reseñado- debe ser unas ciudades cohesionadas socialmente en las que la perspectiva de género no se pierda en ningún momento” y “las decisiones se adopten de forma transparente y participativa con las Agendas Urbanas que van a nacer a partir de las directrices de la Agenda Urbana Valenciana”.

También ha manifestado que “es productivo aquel urbanismo cuyas calles y jardines están al servicio de la ciudadanía y de las necesarias actividades industriales y terciarias”. Del mismo modo, Rebeca Torro ha calificado el urbanismo productivo de resiliente y sostenible ambientalmente, que convive con la infraestructura verde y con el suelo agrícola y forestal, introduciendo de nuevo la naturaleza dentro de las ciudades mediante programas de reforestación urbana.

Por último, ha destacado que debe “ofrecer una rentabilidad verde, con una mejor gestión de las infraestructuras urbanas, y con la descarbonización no solo de la economía sino de nuestras ciudades, de forma que se pueda reducir al máximo el efecto isla de calor y gestionar los servicios mediante la aplicación eficiente de las nuevas tecnologías”.