La XX Feria-Concurso de Modelismo de Torrent reúne a países de todo el mundo

Torrent se convierte en la capital mundial del modelismo por vigésimo año consecutivo. El Auditori de Torrent ha acogido la que es ya la XX edición de la Feria-Concurso de Modelismo de Torrent en la que han participado países de todo el mundo. Representantes de Rusia, Portugal, Italia o EE.UU quisieron acercarse hasta la capital de l’Horta Sud en una cita única. Se trata de un concurso organizado por la Asociación Modelista de Torrent (AMT) que cada año amplía su repertorio de exposición, este año más de 1.300 piezas han hecho las delicias de un gran número de visitantes.

Maquetas realizadas en miniatura como aviones de combate, tanques, camiones, soldados, o guerreros, e incluso algunas en tamaño real son sólo una pequeña muestra de lo que se ha podido ver durante los días 25, 26 y 27 de mayo en esta edición que cada año adquiere más adeptos.

La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, no quiso perderse la exposición y acudió al Auditori acompañada por el concejal de Cultura, Modesto Muñoz, y otros miembros del equipo de Gobierno, quienes fueron guiados por el director de la AMT, Gonzalo Pío, y el director del concurso, Gustavo González. Realizaron un recorrido por todas las maquetas y se detuvieron con especial atención en una reproducción de la última estación de ferrocarril berlinesa realizada por un modelista de Vitoria.

En los aledaños de l’Auditori, aficionados y curiosos también pudieron asistir a conferencias y talleres, donde los expertos en la materia aportaron trucos y consejos a la hora de trabajar con maquetas o figuras. Además, una veintena de casetas ofrecían al visitante una amplia variedad de productos relacionados con el mundo del modelismo, como pinturas especiales, lacas, piezas o estructuras.

Las categorías del concurso fueron las siguientes: aviación, vehículos civiles, escenificaciones, figuras, vehículos militares, ciencia-ficción y fantasía. Además, la Asociación Modelista de Torrent otorgó un premio especial con motivo del centenario de la Primera Guerra Mundial. Durante los tres días, figurantes ataviados con uniformes de diferentes ejércitos se paseaban por la feria para deleite de los allí presentes.