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Un año sin la Madre Gertrudis

Un año sin la Madre Gertrudis

    Hoy hace un año que Torrent despidió a la Madre Gertrudis. Religiosa, fundadora del Centro docente Madre Petra de Torrent, se dedicó durante más de 45 años a ayudar desinteresadamente a familias gitanas desde que fundó el colegio en 1969. Gertrudis Rol, natural de la ciudad de Málaga era también presidenta de la Asociación Juan Pablo II - Gitanos y Marginados. Su fallecimiento supuso una gran pérdida para todos aquellos que la conocían, y hoy queremos recordar su figura altruista y entregada por la educación.

    Sus inicios se remontan al año 1969 cuando la Madre Gertrudis llegó a la capital de l’Horta Sud. Tras pasar varios años impartiendo catequesis y clases de alfabetización a los niños que vivían cerca del barranco de Torrent, a finales de los 70 trasladó las clases a un chalet alquilado en El Vedat y a unos locales municipales. En el año 1981 se crea la Asociación Juan Pablo II - Gitanos y Marginados, formada por personas interesadas en colaborar en la puesta en marcha del colegio.

    Su tesón hizo que gracias al esfuerzo y dedicación consiguiera los recursos necesarios para crear el centro educativo en pleno pulmón verde de El Vedat de Torrent. Un centro que cuenta con completas instalaciones tanto educativas como deportivas de las que se benefician todos los alumnos, además de servicios como enseñanza, transporte y comedor escolar.

    La clave del éxito del colegio reside en la responsabilidad y participación que tienen los propios padres gitanos en las bases y el desarrollo de la labor educativa, indicaba la propia Gertrudis Rol. Además de formar a los alumnos en educación básica, el centro también ofrece talleres de inserción sociolaboral a jóvenes, y cuenta con la primera coral de escolares gitanos de todo el mundo.

    La desaparición de la Madre Gertrudis se ha notado tanto en el colegio como en su labor con las familias necesitadas. En este año, profesores, trabajadores y padres han colaborado y se han comprometido a seguir con el trabajo que la religiosa había realizado durante tantos años y que se había convertido en su forma de vida.

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