Todo lo que debes saber sobre los préstamos con garantía hipotecaria
A lo largo de nuestra vida nos encontramos con situaciones que requieren de financiación bancaria. El primer caso suele ser a la hora de adquirir un vehículo. También hay situaciones que nos van a exigir un préstamo bancario. A pesar de que todos los préstamos bancarios son iguales en esencia, es decir, el banco te presta una cantidad de dinero que deberás ir devolviendo en cantidades mensuales que tu economía te permita asumir, las condiciones que rodean a cada tipo de préstamo son diferentes.
Una solución para obtener financiación cuando lo necesitas son los préstamos con garantía hipotecaria.
Qué es un préstamo con garantía hipotecaria
El préstamo con garantía hipotecaria es un tipo de crédito bancario en el que el cliente utiliza como aval un bien inmueble. El aval actúa como garantía, es decir, en el supuesto de que el cliente no pueda devolver el préstamo solicitado, el banco se quedaría con el inmueble acordado para compensar la cantidad prestada.
Cómo conseguir un préstamo con garantía hipotecaria
Para solicitar este tipo de créditos se requieren una serie de requisitos.
En primer lugar, es necesario haber cumplido la mayoría de edad –18 años–.
En segundo lugar, necesitas tener una vivienda en propiedad y haber pagado, al menos, el 80% de su coste.
En tercer lugar, la documentación necesaria, lo que incluye el DNI, un informe de comprobación registral y un informe de tasación de la vivienda que es el que le va a asignar el valor real y que va a determinar hasta qué cantidad se puede conceder el préstamo; no puede ser lo mismo solicitar un préstamo avalándolo con una vivienda de 150.000 euros que con una de 500.000 euros.
Aunque es importante mencionar, que en todos los casos se realizará un estudio de solvencia previo.
Qué beneficios ofrece un préstamo con garantía hipotecaria
En cuanto a las ventajas de las que te puedes beneficiar al solicitar un préstamo de este tipo, hay que destacar tres principales:
- Uso libre del inmueble: la principal ventaja de todas es que, aunque hayas utilizado una vivienda para avalar el crédito, en todo momento puedes hacer uso de ella. No tendrás que mudarte ni ponerla en venta. Aunque, si así lo deseas, puedes hasta venderla; no obstante, una parte del dinero que obtengas con la venta tendrá que ser destinado a cancelar la deuda que habías adquirido con la entidad financiera.
- Facilidades de concesión: puede que por diversas circunstancias estés atravesando por momentos financieros complicados y que esas mismas dificultades impidan que una entidad te conceda un préstamo o una hipoteca. Por suerte, los préstamos con garantía hipotecaria son mucho más permisivos en sus condiciones de concesión, tanto que este tipo de préstamos también se les conceden a personas que forman parte de listas de morosos como ASNEF, RAI o CCI.
- Periodo de devolución alto: en este sentido, este tipo de créditos se parecen a las hipoteca, ya que el periodo de amortización es bastante elevado, por lo que no tendrás que devolver la totalidad del dinero prestado con prisas. Será suficiente con ir haciendo frente a las distintas mensualidades acordadas.
Los préstamos con garantía hipotecaria se pueden solicitar tanto en bancos como en entidades financieras como la que puedes encontrar en PrestamosHipotecarios.net y otros portales de características similares.
En definitiva, un préstamo con garantía hipotecaria es una buena alternativa para conseguir dinero siempre que lo necesites y cuentes con una vivienda que pueda respaldar el crédito.
