La ilusión de un joven de Sueca: recuperar el toque manual de campanas en la localidad
El próximo 14 de agosto, desde el campanario de la iglesia de Sant Pere se harán los toques de víspera de la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción
Un joven de Sueca siente una gran afición por las campanas, tanto que se las conoce como la palma de su mano y su ilusión sería formar una asociación de campaneros que recuperaran el toque manual de las campanas en esta localidad valenciana.
Miquel Franco, junto a la colla de campaneros de Navarrés, realizarán los toques de víspera de la misa del sábado 14 de agosto en honor a la Virgen de la Asunción, el volteo durante la Consagración y al final de la misa. También le han ayudado en otras celebraciones importantes en Sueca los campaneros de Puçol.
Miquel Franco con campaners de Puçol
“En Sueca no tenemos asociación oficial de campaneros”, lamenta por lo que insiste en que “me gustaría que gente joven, de mi edad, se uniera a esta afición para hacer los toques manuales”, que luchan por ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
La torre del campanario de la iglesia de Sant Pere cuenta con cinco campanas, aunque dos no se pueden tocar actualmente porque necesitan ser restauradas. Se trata de la campana mediana, de nombre María, fundida por Lluis Castanyer, que con 1.026 kilos data de 1732 y es la más antigua y la más valiosa de todos.
Campana María
También necesita ser restaurada la campana grande, Sant Pere, que lleva el nombre del titular del templo. Fue fundida en 1977 por Salvador Manclús y pesa 1.425 kilos.
Campana Sant Pere
En 2011 fueron restauradas las campanas de Santa Bárbara, fundida en 2002 por los hermanos Portilla, con un peso de 319 kilos; y la campana dels Benissants, fundida en 1910 por Jaime Rosas y Vicente Moreno, con un peso de 512 kilos.
La más pequeña de todas las campanas es la del Santíssim Crist de la Sang que tiene un peso de 182 kilos y fue fundida, también por los hermanos Portilla en el año 2000.
Campana Santíssim Crist de la Sang
El joven Miquel Franco pide que al igual que se hizo en 2011, pronto se puedan restaurar las campanas María y Sant Pere porque “las truchas están oxidadas y podrían caer”. “Es un peligro”, lamenta.
