La Comisión de Humanización del Hospital de Sant Joan se suma al fenómeno mundial del “Death Cafe”
La Comisión de Humanización del Hospital Universitario de Sant Joan d'Alacant, adscrito a la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, se ha querido sumar al fenómeno masivo del “Death Café”, organizando en la cafetería Arábica Café el primero que tiene lugar en la ciudad de Alicante.
Esta cita, promovida en España por proyecto HU-CI (Humanizando los Cuidados Intensivos), va a tener lugar esta tarde en 20 ciudades de manera simultánea, principalmente españolas, pero también de Latinoamérica, como Posadas, en Argentina, o Santiago de Chile. “Death Café” es una charla-coloquio entre desconocidos que se reúnen en torno a un café y unos dulces para hablar de la muerte de manera natural, como parte de nuestro propio ciclo vital. Estas tertulias se celebran hoy bajo el hashtag #hablemosdelamuerte.
“Crear pequeños espacios abiertos a todo el mundo (sanitarios y no sanitarios) en los que se pueda hablar de la muerte, puede facilitar el desarrollo de nuevas formas de afrontarla e incluso de enriquecer la vida. Aumentar la conciencia de la muerte puede ayudar a las personas a aprovechar al máximo su tiempo y tener una vida más plena. No obstante, el “Death café” no tiene un objetivo marcado, cada persona que participa lo hace por sus propios motivos, y parte sin una agenda ni un guión establecidos”, explica Montserrat Soler, miembro de la Comisión de Humanización de Sant Joan.
En este sentido, se trata de un grupo de discusión más que de un grupo de apoyo, aunque mantiene también su carácter confidencial.
“El punto de partida ya es original, puesto que estamos acostumbrados a conversar sobre la muerte cuando ocurre, pero el “Death Café” se produce en un contexto diferente. Por ello, esperamos que sea una experiencia enriquecedora para todos, que permita poco a poco aumentar la conciencia social de la muerte y romper el tabú que supone hablar de todo lo relacionado con ella”, sostienen los organizadores.
Jon Underwood fue el fundador de Death Café, con la colaboración de la psicoterapeuta Sue Barsky, basándose en el trabajo del sociólogo suizo Bernard Crettaz. El primer Death Café tuvo lugar en Londres en 2011 y desde entonces se han celebrado más de 4.000 en 47 países del mundo.
