Sant Joan acoge una jornada sobre la vacunación como mejor estrategia para prevenir la enfermedad neumocócica
Las infecciones producidas por el neumococo constituyen un importante problema de salud pública, especialmente en mayores de 50 años
Más del 65 por ciento de los casos de enfermedad neumocócica se presenta en forma de neumonía
El Servicio de Medicina Preventiva y Calidad Asistencial del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant, en colaboración con el Servicio de Medicina Interna, han realizado una sesión informativa, dirigida a profesionales sanitarios, con el objetivo de transmitir la importancia de la vacunación en adultos como medida más eficaz frente a la infección neumocócica.
Los ponentes del encuentro han sido Juana Requena, preventivista del Hospital Sant Joan y Juan B. Mollar, jefe de Medicina Preventiva del Hospital La Fe. Ha estado moderado por el jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Sant Joan, Jaime Merino.
La enfermedad neumocócica es, según la OMS, la enfermedad inmunoprevenible que más mortalidad causa en el mundo. Tiene su origen en una bacteria conocida como neumococo y constituye un importante problema de salud pública. Aunque la incidencia es mayor en niños, las complicaciones y la mortalidad son más frecuentes en adultos, especialmente a partir de los 50 años y en pacientes con enfermedades crónicas o inmunosupresión.
El neumococo ser causante de enfermedades como meningitis, bacteriemia, sepsis, artritis, pericarditis, peritonitis, endocarditis y en más del 65% de los casos, la enfermedad neumocócica en adultos se presenta en forma de neumonía.
Aunque existen medidas terapéuticas y preventivas tanto en España como en países de nuestro entorno, ante las altas tasas de incidencia de la enfermedad neumocócica en adultos, los expertos recomiendan la vacunación antineumocócica como principal estrategia de prevención, especialmente en personas con factores de riesgo. Por lo tanto, debe ser considerada una herramienta útil en la consulta médica habitual.
Atendiendo a los grupos de riesgo, se encuentran las personas con enfermedades pulmonares y/o cardiacas crónicas, pacientes con enfermedad hepática crónica o alcoholismo, diabéticos, neoplasias y pacientes tratados con terapias inmunosupresoras o pacientes inmunodeprimidos.
