El Hospital de Sant Joan aborda la aplicación del movimiento ‘Right Care’ en la gestión sanitaria

La directora general de Asistencia Sanitaria, Mª Amparo García Layunta, ha presentado la jornada “La gestión clínica moderna. Recomendaciones para una práctica adecuada (Right Care)”, celebrada en el Hospital Universitario de Sant Joan d’Alacant.

Este encuentro se ha centrado en el movimiento conocido mundialmente como “Right Care” que, como ha remarcado García, “promueve la práctica de una actividad sanitaria adecuada, que aporta más beneficios que efectos no deseados o, en otras palabras, una nueva dimensión de la calidad en la asistencia sanitaria que se centra en “hacer únicamente lo que se debe hacer”.

La directora general ha estado acompañada por la gerente del Departamento de Salud Alicante-Sant Joan d’Alacant, Beatriz Massa, y el presidente de la Sociedad Valenciana de Calidad Asistencial (SOVCA), Fernando Simarro.

Los sistemas sanitarios de todo el mundo se enfrentan a procedimientos cada vez más complejos, en los que entran en juego variables como el avance continuo de la técnica, de manera paralela a una creciente preocupación por la gestión de la calidad y la seguridad del paciente.

“Ello exige una revisión sistemática de la evidencia científica y de las recomendaciones de las guías de práctica clínica, así como atender a las circunstancias de cada paciente, midiendo los resultados clínicos ajustados a los riesgos y su coste-efectividad”, ha subrayado García.

Así, se ha abordado la aplicación en las actuaciones sanitarias de las recomendaciones “Right Care” y las recomendaciones de “No hacer”, que las sociedades médicas y científicas nacionales e internacionales proponen. El germen de estas recomendaciones en España está en el año 2013 de manos del Ministerio de Sanidad, que invitó a las sociedades científicas, con el aval de sus miembros, a elaborar recomendaciones de “no hacer”, que dieron lugar en 2017 a las primeras 135 recomendaciones.

Algunas de estas recomendaciones hacen referencia a las pruebas diagnósticas que no aportan más información y no ayudan a la toma de decisiones; al uso excesivo de medicamentos; a no mantener determinados tratamientos en el tiempo o no retrasar otros; a las transfusiones innecesarias o evitables, etc.

Ejemplos de ello son no dar antibióticos de forma rutinaria a niños y niñas con gastroenteritis, no mantener la sonda vesical más de 48 horas tras cirugía gastorintestinal, o no retrasar el inicio del tratamiento fisioterápico en la enfermedad de Parkinson hasta la aparición de dificultades de movimiento.

Estrategia en la Comunitat

En este sentido, la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública estableció en la instrucción 03/2017 que una de las líneas estratégicas de las Unidades Funcionales de Calidad de los departamentos de salud es promover una cultura de buenas prácticas en los servicios, incluyendo las recomendaciones de hacer lo correcto según la evidencia científica.

María José Avilés, del Servicio de Evaluación de la Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente de la Conselleria, ha explicado la “Estrategia en la Comunidad para no hacer lo que no hay que hacer”.

“El cambio de paradigma pasa por modificar la concepción de que hacer más siempre es mejor, cuando a veces lo más seguro para el paciente es, precisamente, disminuir las intervenciones que no aportan valor terapéutico porque la evidencia ha demostrado con el tiempo que no suponen beneficios para el paciente”, ha indicado Avilés.

A continuación, la jornada ha contado con las intervenciones de dos expertos en la materia, Francesc Moreu, consultor especializado en gestión sanitaria, y Jordi Varela, consultor especializado en “Right Care” y gestión clínica. Moreu se ha referido a “Un nuevo modelo de salud para una nueva sociedad” y Varela ha abordado las prácticas clínicas de valor.

Por su parte, la directora del Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana (CTCV), Cristina Arbona, se ha centrado en la adecuación de la tasa de transfusión de un hospital, poniendo de relieve que “la sangre es un bien escaso, con caducidad corta”, que depende de la solidaridad de los donantes. Así, “cualquier estrategia que permita que un paciente necesite menos transfusión mediante actuaciones programadas y fáciles de implementar, no solo tiene beneficios para el paciente, sino que ahorra recursos y genera calidad en la atención médica”.

Por último, profesionales del Departamento de Sant Joan han participado en una mesa redonda sobre las actuaciones que se han desarrollado para implementar el “Right Care” en esta área sanitaria.

Es el caso de Francisco Jover, adjunto de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, que ha explicado el programa de optimización del uso de antibióticos (PROA), como camino a la excelencia en el tratamiento de las infecciones. Borja Marcos, del Servicio de Farmacia, ha expuesto el tema de la “Des-prescipción de fármacos” desde la óptica “cuando menos es más”.

También ha participado en este foro José Joaquín Mira, profesor de la UMH y profesional del Departamento de Sant Joan, refiriéndose a los “No Hacer” que suponen un mayor riesgo para la seguridad de los pacientes en Atención Primaria. Por último, la aplicación de reglas de rechazo de pruebas innecesarias en Microbiología ha sido abordado por Ana Infante, adjunta del Servicio de Microbiología.

Por la tarde se han realizado cuatro grupos de trabajo, con el objetivo de analizar los instrumentos necesarios en prácticas clínicas concretas que faciliten la gestión del cambio y su aplicabilidad en los centros sanitarios. El cierre de la jornada ha corrido a cargo de la directora médica del centro, Carmen Calzado.

Acciones formativas necesarias

“La gestión clínica moderna. Recomendaciones para una práctica adecuada (Right Care)” se ha realizado en colaboración con la Sociedad Valenciana de Calidad Asistencial y Vifor Pharma.

Como han apuntado los coordinadores de esta jornada, Mónica García, responsable de Calidad del Departamento de Sant Joan, y el profesor José Joaquín Mira, “las acciones formativas dirigidas a profesionales contribuyen a este cambio de cultura sanitaria, y son una de las soluciones que pueden minimizar las tasas de utilización inadecuada de procedimientos”.

Asimismo, han hecho hincapié en la importancia de la educación sanitaria. La difusión de las listas de “no hacer” entre las asociaciones de pacientes y los medios de comunicación, la derivación de los pacientes a páginas web fiables, y la comunicación profesional-paciente, influyen decisivamente en la eficacia y en una mejor utilización de los recursos sanitarios.