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El SAMU atiende a 658 personas por intoxicaciones de monóxido de carbono

  • El mayor número de atenciones se ha producido en la provincia de Valencia con 588

  • Los profesionales del SAMU recomiendan ventilar la estancia en la que nos encontremos y abandonarla rápidamente

La Conselleria de Sanitat, a través de los Centros de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de la Comunitat, atendió un total de 658 personas por intoxicaciones de monóxido de carbono desde enero a octubre del pasado año. Por provincias, en Valencia se atendieron 588 intoxicaciones, le sigue la provincia de Castellón con 36 y en Alicante se vieron 34.

El dr. Vicente Mascarós, médico SAMU, explica que el monóxido de carbono hace que la sangre no pueda transportar el oxígeno a los tejidos al haber sido desplazado éste por el gas tóxico. Los casos más agudos de intoxicación pueden producir pérdida de consciencia e incluso la muerte.

Ante este tipo de intoxicaciones, los servicios de emergencias sanitarios subrayan la importancia de saber identificar los síntomas de una intoxicación por inhalación de monóxido de carbono para actuar a tiempo y de forma correcta.

Aunque la sintomatología de este tipo de intoxicaciones varía, los síntomas principales son cefalea, enrojecimiento de la piel, vómitos, alteraciones de la visión, debilidad de los miembros, aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.

Si bien es cierto que la mayor frecuencia de este tipo de intoxicaciones se presenta en los niños y adultos jóvenes, son los ancianos los que peores consecuencias sufren dadas las enfermedades circulatorias o respiratorias que los hace más sensibles a la falta de oxígeno circulante.

Los profesionales del SAMU recomiendan, ante cualquier sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, ventilar la estancia en la que nos encontramos y abandonarla rápidamente.

En el caso de que encontremos víctimas inconscientes la única maniobra que se debe realizar, siempre que sea posible, es rescatar a las víctimas, trasladarlas a un ambiente no contaminado y alertar de inmediato a los servicios de emergencia.

El Dr. Mascarós advierte que en estos casos se acumulan altos índices de este gas tóxico y cualquier persona que permanezca en la estancia afectada “puede sufrir también una intoxicación con la posibilidad de perder el conocimiento en pocos minutos y convertirnos también en víctimas”.

Prevención
Además de los gases y humos que se desprenden en los incendio, la causa más frecuente de este tipo de intoxicaciones se produce en locales con poca o nula ventilación donde se producen combustiones incompletas de carburantes o combustibles que utilizamos para calefacción o para cocinar como gas natural, butano, gasolina, madera o carbón, o los gases de los tubos de escape de los vehículos de motor.

Son fuente de producción del mismo los electrodomésticos con funcionamiento deficiente como cocinas, estufas, calentadores de gas y braseros.

Para los sanitarios una buena prevención salva vidas y evita las secuelas que a largo plazo nos pueden dejar una intoxicación de este tipo como es la dificultad para retener datos en la memoria, alteraciones emocionales, trastornos sensoriales y motores.

Por este motivo, recomiendan las inspecciones periódicas previstas para los electrodomésticos y las instalaciones de gas, el uso de estufas homologadas, la sustitución de braseros por otras fuentes de calor más seguras, no dejar en marcha vehículos de motor dentro de garajes ni dejar estufas de gas en marcha mientras se duerme.

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