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Ante lo que consideran "un extremado celo del Ayuntamiento"

El PSOE expresa su preocupación por el malestar creciente de los comerciantes de hostelería que tienen terrazas en la playa

    Según manifiesta la concejala Natalia Antonino, “sólo hace falta darse un paseo por la playa, ya sea la Avenida del Mediterráneo o Almardà para recoger un sin número de quejas de los comerciantes que tienen bares, restaurantes, pub por lo que consideran el extremado celo que pone el Ayuntamiento en el cumplimiento de las normas, sobre todo, referidas a las terrazas. Desde nuestro Grupo estamos totalmente de acuerdo que se cumplan las normativas vigentes en relación a los permisos, metros de ocupación y horarios, pero también creemos que desde el Ayuntamiento, las concejalías respectivas, deberían dar las instrucciones suficientes para que la flexibilidad y la interrelación de los comerciantes sea lo suficientemente fluido para que, sobre todo en esta época estival, la explotación de las terrazas, que es lo más atractivo sobre todo para quienes nos visitan no sea un calvario permanente de controles más controles, casi al milímetro, muchas veces de forma innecesaria cuando podría reinar la armonía y el consenso, según nos han explicado más de un comerciante”.

    Para Antonino, “la alarma de que se avecinaba un verano caliente para los comerciantes surgió el 30 de marzo, a finales de la Semana Santa, una semana extra de buen trabajo para los comercios de la línea de playas. Según afirman los afectados, ese día muchos bares y restaurantes que montaron terrazas, fueron multados por un valor cercano a los 600 euros y, al parecer, fueron pocos los que se salvaron”.

    “También entendemos las quejas de algunos vecinos, que sufren las molestias que ocasionan las terrazas pero es necesario llegar a un consenso de moderación en el que todos se sientan cómodos. Tanto los comercios como el sector de la restauración tienen que prestar un servicio eficaz y atender las demandas de los turistas que llegan a nuestra ciudad. Son parte del tejido económico de nuestra ciudad, de la cual viven muchas familias, y precisamente por la escasez de ofertas atractivas en verano, al aire libre, cada vez más se van a ciudades vecinas dejando vacíos los negocios de nuestras playas”.

    “Desde nuestro Grupo pedimos que se ponga en marcha un mecanismo de diálogo urgente con los comerciantes y instamos a Castelló conocer y escuchar de primera mano. Es decir aparecer y estar donde se le reclama o hay conflictos de competencia, para mediar a favor de la armonía de una buena gestión comercial, la mejor atención posible al turismo y el cumplimiento de las normas vigentes que, según nuestra opinión tan sólo con un poco de buena voluntad se puede lograr y esa buena voluntad es la que le pedimos a Castelló y su equipo de gobierno. Los comerciantes de nuestras playas se lo van a agradecer, pues un raquítico verano con ausencia de clientes pone en peligro la subsistencia de decenas de negocios. Desde la Alcaldía y las concejalías respectivas se llenan la boca hablando de turismo y banderas azules, es hora de cerrar la boca y abrir los oídos a los comerciantes de la Av. del Mediterráneo y Almardá”, termina afirmando Natalia Antonino.

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