Monseñor Benavent preside mañana la procesión del Santo Entierro de Sagunto y el “desclavament”
A las 18 horas en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora
El obispo auxiliar de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidirá mañana, Viernes Santo, la procesión del Santo Entierro y la escenificación del “desclavament” de la Semana Santa de Sagunto declarada fiesta de Interés Turístico Nacional.
Mañana a las 18 horas en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora tendrá lugar la tradicional escenificación del “desclavament”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la cofradía de la Purísima Sangre que organizan la celebración.
En el “desclavament” la imagen del Cristo será desclavada de la cruz por dos jóvenes cofrades y colocada sobre un lecho sepulcral que posteriormente saldrá en la procesión del Santo Entierro”, han añadido.
En la procesión del Santo Entierro la cofradía de la Purísima Sangre, sacará los 13 pasos de la Semana Santa, además de la Vera Cruz que cerrará la procesión portada por mayorales y el clavario del año que “en ningún momento durante el recorrido permiten que toque el suelo”. Asimismo, durante el trayecto los pasos entrarán en las tres parroquias de la localidad y en el monasterio de Santa Ana de las religiosas Siervas de María.
Igualmente, por la mañana a las 6 horas, un total de 15 miembros de la cofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo subirán a hombros el paso del Nazareno que pesa cerca de 400 kilos. El recorrido comenzará desde la ermita de la Sangre donde se encuentran los pasos de la Semana Santa de Sagunto y terminará en el Monte Calvario.
Al terminar el Vía Crucis, tendrá lugar en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora el “sermó de la galtà”, por el vicario general, Vicente Fontestad. Finalmente, el paso del nazareno será trasladado de nuevo a la ermita de la Sangre.
La talla del paso del Nazareno, réplica del original destruido en 1936, es de madera policromada y el trono, también de madera, está adornado con detalles en alpaca y plata.
En la actualidad la cofradía de la Purísima Sangre, que data del siglo XV y es la única de la localidad, está constituida por 1600 personas que desfilan ataviados con vesta negra y cinturón de cuero.
