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Las obras para poner en valor la zona arqueológica Marvi entran en su fase final

Las obras para poner en valor la zona arqueológica Marvi  entran en su fase final

    Las obras para poner en valor los restos arqueológicos hallados en el subsuelo del antiguo cine Marvi están a punto de culminar. Unas obras que permitirán al visitante conocer los restos de una antigua domus romana, conocida como “la Domus dels Peixos”, mediante una inversión de 350.000 euros procedente del Plan Confianza. La empresa Secopsa está llevando a cabo, por encargo del Ayuntamiento de Sagunto, las actuaciones necesarias para la puesta en valor de dichos restos y la posterior conversión de la zona en un museo explicativo de la vida doméstica en la ciudad alto imperial romana.

    El alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, acompañado de todos los concejales del equipo de gobierno han visitado esta obra que, según resaltó Castelló, “tiene por objeto acercar la historia de Sagunto y su rico patrimonio histórico tanto a sus habitantes como a todos los visitantes que vengan a nuestra ciudad. Esta es una obra inédita y pasará a formar parte del segundo itinerario del plan director de patrimonio. Gracias a la Generalitat hemos podido poner en valor estos restos que nos permitirán ampliar el conjunto de nuestro producto turístico patrimonial”.

    Para ello, el futuro museo arqueológico contará con paneles y guiones explicativos en castellano, valenciano, inglés y braille; y mostrará, entre otras cosas, la disposición de los espacios en las viviendas de la ciudad en aquella época o los métodos que se utilizaban para la decoración.

    Tras la demolición del cine Marvi y las excavaciones que tuvieron lugar a partir de 2002, los arqueólogos documentaron la existencia de una domus romana, cuya estructura se conservaba casi intacta. Así, pudieron percibir la disposición de los diferentes espacios domésticos, cuya planificación axial resulta un ejemplo de típica vivienda pompeyana. En el eje central que comienza con la entrada a la vivienda desde la calle, se distinguen un vestíbulum; un atrio con impluvium (una especie de estanque de recogida de aguas pluviales), en cuyos murales se pueden apreciar los motivos de peces que han dado nombre a la vivienda; y un tablinium, o habitación destinada al señor de la casa. Además, también se puede distinguir una tabernae a un lado de la entrada, con acceso tanto a la calle por el exterior, como a la vivienda por el interior, por lo que se deduce que el dueño de la taberna y el de la casa fueron, al menos durante un tiempo, la misma persona. Otras estancias documentadas son una culina (cocina) y un balneo, es decir, un baño privado que, aunque queda alejado del concepto termae con calefacción, denota que los propietarios pertenecían a una clase social alta.

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