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Culmina con gran éxito la sexta edición de Sagunt in Excelsis

  • Un millar de personas siguieron los diferentes conciertos del ciclo

El Ciclo de música sacra “Sagunt in Excelsis”, organizado por el Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Sagunto, clausuró su sexta edición con la audición del Réquiem de Mozart. La obra fue interpretada por el cuarteto de cuerda Tercia Realidad con la participación de un coro de cámara que canto las diferentes partes del ordinario de la misa con entonación gregoriana. Versión singularísima que no tiene antecedentes registrados, y que obtuvo un extraordinario reconocimiento por parte de los asistentes que abarrotaban la Iglesia del Salvador.

Tras la inauguración protagoniza por la Orquesta y Coro de la Sociedad Musical “Lira Saguntina”, el Ciclo realizó un recorrido por los grandes clásicos de la música de todos los tiempos como Frank Joseph Haydn, de quien se interpretó Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz, en la recuperada sede de la Iglesia conventual de Santa Ana; Tomás Luis de Victoria, del que se ofreció la Missa pro Vittoria, en la reformada (con una acústica excelente) Iglesia del Buen Suceso; el Réquiem de Mozart actuó como un magnífico colofón en la Iglesia del Salvador.

Así pues, Sagunt in Excelsis se consolida, año tras año, en el calendario de la Semana Santa Saguntina, y se constituye como un Ciclo que dispone de todos los ingredientes para convertirse en una cita de referencia obligada para los amantes de la buena música.

En el capítulo de asistencias, anotar que alrededor de un millar de espectadores disfrutaron de los diferentes conciertos del Ciclo. Por su parte, los intérpretes fueron profusamente ovacionados, y más de un oyente se acercó a felicitar a los directores. Destacaríamos, por su curiosidad, la procesión final que el grupo Ministriles Lux Venti, L’Almdí cor de cambra y el director Francisco Rubio (todo un especialista en música antigua), protagonizaron a lo largo del pasillo central de la Iglesia del Buen Suceso, con todos los espectadores en pie, y quer culminó en una cerrada ovación. Una procesión que rememoró los usos de los conjuntos instrumentales de ministriles, allá por los siglos XVI y XVII.

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