Una auditoría insta a Riba-Roja a retirar las bombillas leds del plan Rus
Una auditoría encargada por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha constatado las deficiencias que presentan más del 60% de las bombillas leds instaladas a través del plan Rus en el término municipal, tanto el casco urbano como en las áreas residenciales, por el exceso de contaminación y por incumplir las normativas europeas que regulan este tipo de dispositivos lumínicos. El plan Rus tuvo un coste cercano a 1 millón de euros que se financió en un 80% por la Diputación de Valencia y el 20% por el ayuntamiento.
La realización de este estudio se tomó a raíz de las quejas de los vecinos, urbanizaciones y áreas industriales sobre las deficiencias en la iluminación viaria que presentaban desde hace años algunas ubicaciones del término municipal de Riba-roja de Túria. En algunas zonas del término se han detectado la instalación de iluminarias esféricas de vidrio o metacrilato prohibidas por la legislación.
La empresa adjudicataria de la auditoría lumínica se ha encargado del estudio de las 5.991 bombillas esparcidas por el casco urbano, las áreas residenciales y los polígonos industriales, especialmente las características de las mismas como la latitud y longitud de los puntos de luz, las alturas, las distancias entre ellas, la identificación de cada una de ellas, la anchura de las vías, los carriles y las aceras, con el objetivo de calcular la eficacia y la eficiencia de su correspondiente función.
El entorno del parque del Túria y el polígono del Oliveral son los dos enclaves que presentan actualmente mayores problemas en la iluminación. Un vehículo especializado dotado de cámaras estereoscópicas ha permitido localizar los focos más deficientes de luz al determinar que en el caso del parque del Túria no cumplen la normativa europea y afectan sobre el medio ambiente. El exceso de luz o una mala orientación provoca efectos sobre la biodiversidad, la acumulación de insectos y cambios sobre la flora y la fauna.
El Ayuntamiento de Riba-roja y la Coordinadora de los Bosques del Túria han acordado trabajar conjuntamente para rebajar notablemente la contaminación que afecta al entorno del parque del Túria, además de revisar las urbanizaciones de los alrededores, con especial atención a las urbanizaciones de Montealcedo, Masía de Traver, els Pous de Martí y Entrenaranjos, entre otras.
Algunos estudios técnicos aconsejan el uso de pantallas que no emitan luz por encima de la línea del horizonte, una reducción de la luz en el caso de monumentos históricos y edificios públicos, además de eliminar las luces blancas o azules en el alumbrado municipal ya que atraen un exceso de insectos y otro tipo de animales que, a su vez, afectan a la cadena trófica del entorno.
La iluminación en los polígonos industriales, sobre todo el Oliveral por su enorme extensión, es uno de los puntos sobre los que se acentuarán ya que en los últimos años se han producido numerosos accidentes por estas deficiencias que, en algunos casos, apunta la auditoría "es más potente la iluminación de las naves industriales de la zona o de la carretera A-3 que el alumbrado público". La empresa propone una intervención inmediata sobre todas las iluminarias para adaptarlas a las exigencias europeas y dotar de luz las áreas más afectadas.
El edil de Medio Ambiente, José Ángel Hernández, ha afirmado que la auditoría lumínica "se engloba en el marco del proyecto Eco-Riba que ha impulsado este equipo de gobierno desde el principio de la legislatura con el objetivo de propiciar el desarrollo económico y social de la localidad bajo parámetros de la sostenibilidad ambiental, de forma que todos los proyectos, programas e infraestructuras públicas y privadas deben adaptarse plenamente a ellos".
Hernández ha añadido que las conclusiones de la auditoría lumínica "son demoledoras sobre el estado y la situación que presenta nuestro término municipal y a partir de ahora este gobierno tomará las medidas oportunas para resolver las anomalías y deficiencias halladas".
El ayuntamiento actuará en una primera fase en los polígonos industriales y en el entorno del parque del Túria, dos de los enclaves más afectados, mientras que en una segunda fase será el turno del casco urbano y de las urbanizaciones, tanto en la sustitución de bombillas como en la instalación en las áreas que presentan carencias.
