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Respuesta al comunicado emitido por CSI-CSIF sobre el depósito carcelario de la sede de la Policía Local de Requena

    El sindicato CSI-CSIF hizo público en el día de ayer un comunicado en el que denunciaba supuestas deficiencias en el depósito carcelario de Requena y en las atribuciones de los agentes responsables del cuidado de las personas detenidas. Las afirmaciones recogidas en dicho comunicado son erróneas e inexactas, por lo que deben ser rectificadas para que se ajusten a la verdad.

    Asegura el comunicado que los agentes al cargo del depósito carcelario se ven obligados a “hacer de camareros de los detenidos”. La Ley 2/86, de Cuerpos y Fuerzas del Seguridad, en su Título Primero, Capítulo II, Art. 5º, Apartado 3.b), sobre tratamiento de detenidos, recoge que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “velarán por la vida e integridad física de las personas a quienes detuvieren o que se encuentren bajo su custodia y respetarán el honor y la dignidad de las personas”. El respeto al honor y a su dignidad pasa por el respeto a su privacidad, por lo que no parece lógico que una persona ajena a la Policía Local, simplemente por trabajar en el restaurante que prepara las comidas de los detenidos, deba saber que una determinada persona está en el depósito carcelario. Además, es necesario que el agente de guardia revise la comida y se la entregue personalmente, no sólo por el motivo anteriormente mencionado, sino por evitar que la comida lleve elementos potencialmente peligrosos –papel de aluminio, palillos...- con los que el detenido pueda lesionarse o causar daño a otras personas.

    Hace referencia el comunicado a “temperaturas de 12 grados en el interior del recinto por mal uso de la calefacción”. La calefacción de la sede de la Policía Local funciona perfectamente, por lo que efectivamente, las bajas temperaturas responden a un mal uso, pero por parte de algunos de los agentes responsables del depósito. La calefacción permanece apagada mientras no hay ninguna persona en el depósito carcelario, y cuando se enciende en más de una ocasión se dejan puertas y ventanas abiertas que impiden que las estancias se calienten correctamente.

    En cuanto al “olor nauseabundo”, cabe decir que la sede de la Policía Local se inauguró el año pasado, tras rehabilitar el edificio de la antigua cárcel del Partido Judicial de Requena. Los calificativos de “nauseabundo” o “fétido” pueden resultar exagerados para describir el problema existente, que ya había sido puesto en conocimiento tanto de los técnicos municipales como de los responsables de la empresa constructora para que sea subsanado.

    Es incorrecto también que Instituciones Penitenciarias aporte una cantidad anual al Ayuntamiento de Requena por el depósito carcelario. Según la disposición adicional primera del Real Decreto 190/1996, de 9 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento Penitenciario, “la Administración penitenciaria competente entregará a los Ayuntamientos de los municipios cabeza de partido judicial en que no exista establecimiento penitenciario, para gastos de alimentación y estancia de los detenidos y mantenimiento de las instalaciones, una cantidad por detenido y día, que se determinará por Orden del Ministro de Justicia e Interior o resolución autonómica equivalente”. Es decir, la aportación recibida, para la que se rinden cuentas mensualmente, va en función del número de detenidos que han pasado por el depósito carcelario, y no consiste en una asignación fija anual.

    En cuanto a la “preparación del desayuno del apresado”, consiste básicamente en verter en un vaso el contenido de un termo, y en la entrega de una magdalena, por lo que no es necesario ningún carné de manipulador de alimentos para realizar a cabo la operación. Agentes de patrulla recogen las comidas de los apresados, una vez los responsables del restaurante que las prepara avisan a la Policía de que están listas, por lo que la operación no impide que los agentes presten “otros servicios más necesarios para el municipio”. En caso de actuación urgente, es evidente que la recogida de la comida de los detenidos queda en segundo plano, no impidiendo a los agente cumplir con su labor.

    Todos estos asuntos fueron comunicados por escrito al Intendente Jefe de la Policía, José Vicente Escrich, el pasado día 5 de enero, quien se encargó de contestar personalmente al documento, ofreciendo a los agentes firmantes (que no constituyen la totalidad de la plantilla de la Policía Local de Requena) las explicaciones oportunas.

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