El Museo Municipal de Requena expone piezas restauradas del yacimiento del Batán
Los restos encontrados documentan la ocupación humana y el tránsito y actividad en la zona desde la época ibérica (s. V-IV a.C.) hasta el siglo IV d.C.
Aunque el yacimiento se encuentra muy arrasado por las labores agrícolas, se han encontrado restos de estructuras de época romana, propias de una villa, y numerosas piezas arqueológicas (cerámicas, ollas, cazuelas…) de diferentes épocas
El yacimiento del Batán, muy arrasado por las labores agrícolas desarrolladas durante los siglos posteriores, documenta la ocupación de la zona entre los siglos V. a.C. y IV d.C., un periodo de unos 900 años en el que se observa la presencia de pobladores íberos y romanos.
Tal y como se puede ver en el panel explicativo de la muestra, los trabajos realizados han permitido diferenciar un total de ocho fases constructivas que se corresponden con diferentes periodos temporales:
-Época Ibérica (ss. V-IV a.C.)
-Ibérico final – romano republicano (ss. II-I a.C.)
-Época imperial (s. I. d.C.)
-Ampliación durante la Época imperial (1ª mitad del s. II d.C.)
-Abandono y colmatación (2ª mitad del s. II d.C.)
-Construcción de campos de viñas (s. III d.C.)
-Cantera y fosa (s. IV. d.C.)
A partir de los restos encontrados, se ha permitido elaborar un cronología que indica que en época ibérica se trazaron dos trincheras sobre el terreno, que durante en la época del Imperio romano se construyó una villa con al menos 8 estancias, que fue reparada y ampliada en la primera mitad del siglo II d.C., para ser abandonada en la segunda mitad de este mismo siglo, siendo el terreno ocupado posteriormente por campos de viña (s. III d.C.), utilizado como zona de extracción de materiales de construcción (s. IV d.C.) y finalmente como fosa para contener todo tipo de material cerámico, ollas, cazuelas y restos de material constructivo.
Entre las piezas expuestas se pueden ver una cazuela de grandes dimensiones, elaborada en arcilla y con características tonalidades negruzcas (por el humo del horno en que se elaboró) y rojizas (por el contacto del material con el oxígeno durante su fabricación). También se puede observar un mortero empleado para la preparación de alimentos (generalmente para la elaboración de salsas) y platos y cuencos de épocas posteriores, con escasa decoración que hacen pensar en un comercio y distribución masiva de estos elementos desde sus hornos de fabricación.
