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El Comercio Solidario de la Fundación Vicente Ferrer llega a Requena

    La Fundación Vicente Ferrer (FVF) presenta el proyecto de sensibilización COLABORACIÓN ACTIVA: EL COMERCIO SOLIDARIO DE LA FUNDACIÓN VICENTE FERRER, dentro del programa Solidària 2008, promovido por la Conselleria d’Immigració i Ciutadania de la Generalitat Valenciana. Concebida con un carácter itinerante, se presenta ahora en Requena y se ha planificado para que visite, en total, 12 municipios de la Comunidad Valenciana.

    Se trata de una exposición gráfica explicativa acerca del comercio solidario de la Fundación, que a partir del viernes 5 de diciembre y hasta el día 14, el público podrá visitar de forma gratuita en el Templo de Santa María. Además, la exposición se completará con una actividad de dinamización para escolares.

    Es un proyecto que nace en los talleres artesanales de Anantapur, donde mujeres con alguna discapacidad elaboran productos artesanales. Se trata de talleres-residencia con programas de formación en los que estas jóvenes reciben formación en alguna actividad artesanal, junto a educación básica, seguimiento médico y trabajo estable, lo que hace que se produzca una integración social y laboral, antes impensable para estas personas.

    En la actualidad, un centenar de jóvenes discapacitadas integran los talleres que se han especializado en la creación de productos artesanales de yute, papel maché, costura y bordados a mano, y los más recientes, joyería y crockery.

    Desde que trabajan y perciben un salario, la vida de las mujeres ha cambiado, aumentado su autoestima y consideración social.

    De este modo, se activa un ciclo de comercio solidario, un ciclo que empieza cuando una persona excluida accede a un trabajo y que continúa con la compra del consumidor final, ya que la comercialización en España de los productos elaborados en estos talleres garantiza su continuidad.

    El proyecto Colaboración Activa demuestra que es posible establecer relaciones comerciales más igualitarias, haciendo que cada uno de nosotros sea responsable de aquello que consumimos. Así, productores y consumidores establecemos una red de conexión que va más allá del producto en sí: mostramos la voluntad mutua de erradicar la pobreza.

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