“Tenemos que enseñar a nuestros hijos a que la vida le deben llevar en los propios brazos, esperar a que la ayuda venga de fuera es un error”

El psicólogo forense Javier Urra, primer defensor del menor de España y referente en el campo de la educación y del trabajo con niños y adolescentes, pronunció ayer en Quart de Poblet la conferencia “Educar y Educarnos en una Sociedad Líquida”. En el acto, organizado por la Unidad de Prevención Comunitaria de Conductas Adictivas (UPCCA), participaron la alcaldesa, Carmen Martínez, y el concejal responsable del Área de Prevención de las Drogodependencias, Ismael Valiente, acompañados de una nutrida representación de la corporación municipal.

El interés que despierta Javier Urra hizo que el teatro del Centro Cultural El Casino estuviera lleno y que entre el público hubiera muchos miembros de los centros educativos del municipio. No defraudó. Tras hora y media de charla, el público se quedó con ganas de más.

Urra explicó que al hablar de sociedad líquida se refiere a una sociedad que, más allá de la crisis económica, “es cambiante en este momento en todo el mundo: los países estado se están difuminando, nuestros jóvenes salen a cualquier lugar del mundo, hay un mestizaje auténtico, en España hace años se hablaba de es sangre de mi sangre, hoy en día se adopta, son hijos del corazón… Una sociedad en la que hay que educar a los niños en la incertidumbre, en la duda, y yo me atrevería a decir que en la ruptura”.

También trató la cuestión de la crisis política, incidiendo en que “políticos somos todos, yo no he hecho ni haré política como tal de partido, pero tenemos que implicarnos. Los políticos que yo he conocido son gente digna, implicada, que se llevan más que nada disgustos. Me parece que se hace mal en una sociedad una crítica tan acerba a los políticos, a los jueces, a los estamentos en general, porque genera una desconfianza que es grave”.

Una de las conclusiones de la charla fue la necesidad de dejar de ser padres helicóptero que intervienen en todo lo que les ocurre a sus hijos; padres que nunca dicen nada; padres que ocultan realidades de la vida como la muerte y el dolor; padres que pretenden ser más jóvenes que sus hijos; padres excelentes que se creen perfectos… La clave está en “enseñar a nuestros hijos a que la vida la deben llevar en los propios brazos. Esperar que la ayuda venga siempre de fuera es un error”. Por ello, fue tajante al afirmar: “Si no tienes posibilidades de trabajo, créalo. Hemos vivido mucho con mamá estado”.

Urra destacó que “el dolor y la muerte son esenciales y hay que fortalecer a los hijos para afrontar que van a perder. Hay que abordar los accidentes, las separaciones de pareja, los desahucios. ¿Por qué vamos a ocultar todo a los niños sin son ciudadanos de pleno derecho?, simplemente hay que hacerlo con delicadeza, con respeto y sin angustia”.

Abogó por el sentido del humor y el optimismo como antídotos en la vida: “Reíse de sí mismo es terapéutico. Reírse con alguien es maravilloso y reírse de alguien es terrible y demuestra la poca calidad humana de la gente”.

Asimismo, expuso que hay jóvenes, sobre todo chicos, que no saben expresar sus sentimientos cuando “el lenguaje es esencial”. En este sentido, citó como ejemplo que no se puede pedir perdón a través de un móvil; “perdón se pide cara a cara”.

El psicólogo incidió en la preocupación que le causa el fenómeno creciente de la violencia en las aulas y de la violencia de hijos hacia padres. “Es terrible que haya tantos padres que tengan tanto miedo a sus hijos. Un chaval que abofetea a su madre es una garantía de violencia de género”. Por esta razón, defendió que los padres no pueden vivir chantajeados y que deben tener autoridad.

“Los padres y, sobre todo las madres, somos muy pesados y así tiene que ser. Los chavales te dicen mi madre es una pesada, me riñe, me come el coco y luego dicen bajito: lleva razón. Saben que tiene razón, pero un adolescente quiere independizarse y un padre quiere seguir marcando la dependencia, por tanto, el conflicto está garantizado. Porque para un adolescente los padres son un frontón, un lugar donde puede apoyarse como la hiedra y donde choca”, añadió.

El psicólogo aportó como dato que la Comunidad Valenciana es la que más aporta en casos de violencia y menores delincuentes, y que también tiene el número más alto de casos de Trastorno de Déficit de Atención. Asimismo, reveló que en los países de la OCDE, a la que pertenece España, la principal causa de muerte en jóvenes de 18 a 24 años es el suicidio: “Hacemos jóvenes como el cristal, duros pero frágiles”.

Urra afirmó que es necesario educar en el perdón y en la compasión; que el apego, las formas, el compromiso, las habilidades sociales y ser coherente consigo mismo son esenciales, y que debemos ser capaces de maquillar los problemas y los conflictos del pasado para olvidar.

Finalmente, dio su visión de lo que es la vida:

“Un paso de cebra, un abuelo y su nieta. El abuelo la ayuda a cruzar. Pasa poco tiempo y el abuelo ya está que declina y la adolescente está majísima y le ayuda a cruzar la calle a él. Y no hay más, si es que no hay más”.

La alcaldesa, Carmen Martínez, abordó la educación “en valores y en la participación como pilar fundamental en el desarrollo de una ciudadanía responsable y activa. La educación, también, en su papel de herramienta clave para prevenir auténticas lacras sociales como son los diferentes trastornos adictivos, y así queda patente en la labor desarrollada por la Unidad de Prevención Comunitaria de las Drogodependencias, que hoy nos ha traído a Quart de Poblet a Javier Urra”.

En este sentido, destacó programas e iniciativas municipales como el Consejo Municipal de la Infancia, la comisión de absentismo, las políticas de juventud con figuras como los corresponsales en los institutos, el contacto directo con las Asociaciones de Madres y Padres y el trabajo permanente con los centros educativos desde áreas como la de Igualdad.