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Más de 2.000 personas visitan la nueva biblioteca en las jornadas de puertas abiertas pese a la lluvia

Más de 2.000 personas visitan la nueva biblioteca en las jornadas de puertas abiertas pese a la lluvia
  • El Ayuntamiento organiza cuatro sesiones de cuenta cuentos en mayo para que los niños conozcan la instalación

La lluvia y las bajas temperaturas no han sido impedimento para que más de 2.000 vecinos y vecinas de Quart de Poblet hayan visitado durante el fin de semana la nueva sede de la Biblioteca Pública Municipal Enric Valor del municipio, tras su apertura el pasado viernes. La propia alcaldesa, Carmen Martínez, concejales y personal técnico se han encargado de realizar las visitas guiadas.

La biblioteca está abierta al público desde hoy, de lunes a viernes, de 10 a 14 horas y de 15.30 a 20 horas. Además, está previsto que a partir del 13 de mayo, la Sala Polivalente funcione como Sala de Estudio Nocturno.

Para que los niños conozcan la nueva instalación, el Ayuntamiento ha organizado sesiones de cuenta cuentos los viernes 10, 17, 24 y 31 de mayo, a las 18.30 horas.

La primera sesión, “Yo quiero ser”, a cargo de Marta Pereira, está dirigida a niños y niñas de entre 3 y 5 años. El viernes 17, L’Esglai Teatre ofrece a “Bachoca y Variopinta en busca del viento”, para público de 7 a 9 años. El día 24, Marta Pereira vuelve con “Lo que esconden los libros” (de 7 a 9 años) y el viernes 31, “Cuentos De Oriente”, a cargo de L’Esglai Teatre, hará pasar una tarde de ensueño a menores de entre 9 y 12 años.

Los grupos serán, como máximo, de 30 niños y niñas. Quienes deseen participar se podrán inscribir a partir de las 17 horas del mismo día del taller hasta completar aforo.

La biblioteca dispondrá de 50.000 documentos. Es totalmente accesible para personas con movilidad reducida, cuenta con ordenadores y quioscos informatizados adaptados y la sala polivalente está equipada con lazos de inducción para que las personas con discapacidad auditiva puedan seguir las actividades que allí se realicen sin dificultad, ya que permiten que el sonido les llegue nítido, sin ruidos de fondo ni reverberaciones, como ocurre ya en el Auditori Molí de Vila, el Centre Cultural El Casino, el Salón de Actos del Ayuntamiento, y otras dependencias municipales.

El objetivo del Ayuntamiento es poner en marcha de forma paulatina servicios novedosos como el préstamo a domicilio o el préstamo de portátiles.

El proyecto, encargado por el Ayuntamiento a Salvador Vila, arquitecto conservador de la Catedral de Valencia y del Monasterio de Santa María de la Valldigna, y ejecutado por la empresa Elecnor, ha supuesto una inversión de dos millones y medio de euros con cargo al Plan de Inversión Productiva de la Generalitat. Uno de los aspectos más destacados es la preservación del patrimonio local, ya que parte de la biblioteca se integra en el edificio que albergó las oficinas de la antigua factoría de Refractarios Españoles, S.A., muestra singular de la arquitectura industrial del siglo pasado de las que quedan pocas ya.

No obstante, la necesidad de más dependencias ha hecho que a esta instalación de principios de los años 40 se le haya unido una edificación de nuevo cuño, aunque cuidando que la integración de ambas sea armónica. De ahí que en el espacio actual se haya incorporado una cornisa plana en voladizo igual a la de las oficinas, como elemento más significativo de su estilo racionalista, y que se haya buscado mantener los colores y acabados de la antigua construcción.

El pavimento de mosaico de Nolla del edificio de Refracta se mantiene intacto, tras un laborioso proceso de retirada tesela a tesela, tratamiento y limpieza en un taller y colocación de nuevo, respetando al máximo los dibujos originales gracias a que se fotografió y número pieza a pieza antes del desmontaje. También se ha restaurado la barandilla de madera de la escalera principal.

En el exterior, en un pequeño jardín, quedan la báscula que se utilizaba para pesar los camiones y, junto a ella, el pequeño edificio en el que los trabajadores de Refracta dejaban sus chapas identificativas al acabar la jornada como prueba de que habían cumplido el horario. Lo corona una R de hierro que formó parte del rótulo original de la fábrica.

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