Vecinos de Bétera y San Antonio de Benagéber se muestran satisfechos con la ampliación a cuatro carriles de la CV-336
La corporación provincial ha construido cinco rotondas para aligerar el tránsito y reducir la velocidad en el vial que soporta 17.000 vehículos diarios
“Hemos ganado tiempo y seguridad”. Esta frase puede resumir el sentir de los vecinos de las urbanizaciones de Bétera y San Antonio de Benagéber al abrirse la ampliación a cuatro carriles de la CV-336 en el tramo comprendido entre estos dos municipios.
Estas mejoras, que han consistido básicamente en la duplicación de 3,7 kilómetros de este vial divididos en cuatro tramos y en la construcción de cinco intersecciones giratorias tipo glorieta para aligerar el tráfico diario de 17.000 vehículos, son reconocidas positivamente por los residentes de los municipios por los que discurre el vial y destacan la disposición de la Diputación por resolver una vieja reivindicación.
Concretamente, la entidad provincial ha aumentado significativamente la capacidad de la vía con el fin de reducir los tiempos de recorrido. También se ha mejorado la seguridad vial del tráfico mediante la restricción total de accesos al tronco principal, canalizando el tránsito residencial mediante vías de servicio, que se incorporan a las carreteras en las rotondas. Otro de los objetivos del proyecto ha sido el de aumentar la seguridad en condiciones de conducción nocturna mediante la iluminación de las glorietas.
“Las obras realizadas reducirán significativamente el número de accidentes puesto que la vía dispone de cuatro amplios carriles”, ha señalado José Aparicio, vecino de Bétera, quien, además, manifiesta que “los vecinos de las urbanizaciones hemos ganado tiempo y seguridad”.
José Manuel Gutiérrez, vecino de la zona, asegura que la ampliación y la construcción de cinco glorietas en esta carretera “ayudará a circular correctamente”. “Estábamos deseando que se reformara puesto que era muy estrecha para el tráfico que soportaba”, ha apuntado.
Carretera colapsada
Por su parte, Mateo Monfort, vecino de Bétera, considera que la reformada CV-336, que se encontraba continuamente colapsada por su intensa actividad, ahora tiene más fluidez, “una gran ventaja para todos los usuarios que ganamos tranquilidad”, añade.
El paso por el tramo comprendido entre San Antonio de Benagéber y Bétera fue restablecido el pasado jueves con el fin de canalizar el tránsito en una zona con una intensa actividad residencial, que se había convertido en uno de los tramos más peligrosos de la red provincial debido a la estrechez de sus vías, la falta de arcenes y visibilidad, intersecciones peligrosas y servicio a urbanizaciones con tráfico interior.
