Quesa celebra este fin de semana la Fiesta de la Reserva en recuerdo del fin de la peste en el siglo XVII
La misa de Acción de Gracias será el domingo a las 12.30 en San Antonio Abad
La localidad valenciana de Quesa celebrará este fin de semana la Fiesta de la Reserva, que conmemora el final de la epidemia de peste que asoló la población hasta 1695, con la celebración de una romería, teatro y una eucaristía de acción de gracias en la parroquia de San Antonio Abad.
Los actos comenzarán mañana con una romería, en la que está prevista la salida de feligreses en carros y caballos hacia Bicorp y, una vez allí volverán a Quesa. Por la tarde, a las 19 horas, un grupo de vecinos recreará la historia de lo sucedido hace más de 300 años, según ha indicado el párroco, Germán Oltra Llácer.
La misa de acción de gracias tendrá lugar el domingo a las 12.30 horas en San Antonio Abad. Tras la eucaristía, los vecinos de la localidad prepararán varios "calderos grandes" de paella y cestas de pan, que llevarán a bendecir entre pasacalles hasta la puerta de la parroquia. Tras su bendición, se repartirá un plato de paella con un pan a todos los presentes. “Con este acto se recuerda cómo la única familia que sobrevivió a la peste ofrecía cobijo y alimentos a todos aquellos que vinieran a repoblar la localidad”, ha añadido.
Igualmente, quedará instalado el fin de semana el “tradicional Mercado de la reserva” en el que podrán adquirirse alimentos típicos de la zona, dulces, antigüedades e incluirá talleres artesanales de cerámica.
Por último, el próximo jueves, 14 de febrero, día en el que en 1695 regresó la imagen al poblado, se realizará una oración en la parroquia del pueblo a las 17 horas.
La Fiesta de la Reserva recuerda cómo en 1690 y durante cinco años la peste acabó con noventa de los cien habitantes que tenía entonces la localidad de Quesa. Ante el avance de la epidemia, el Santísimo fue trasladado al sagrario de la iglesia de la localidad de Bicorp, al igual que los vasos sagrados y libros parroquiales. Tuvieron que pasar cinco años hasta que Quesa se repobló con vecinos de localidades cercanas como Navarrés, Bicorp y Enguera y la Sagrada Forma fue devuelta a la parroquia de san Antonio Abad en solemne procesión.
