El PSPV de la Pobla Llarga protesta por la delegación de competencias del alcalde a la diputación

El alcalde del Partido Popular, Rafael Soler, ha tenido en los últimos años un único valedor llamado Alfonso Rus, alcalde de Xàtiva y presidente de la diputación. Fue él el que le ofreció seguir con un puesto público cuando Soler fue defenestrado por el Consell. Ahora cuenta con un cargo en Imelsa, demostrando una vez más su capacidad para hacer de la política un trabajo. El hecho es que dichos beneficios a Soler debían volver de alguna forma a Rus, o, en este caso, a la diputación.

El caso es que el Ayuntamiento de la Pobla Llarga ha duplicado en el último año los pagos a la Diputación de Valencia, pasando de 20.000 euros a los 40.000 presupuestados en las actuales cuentas de 2015. Así, los vecinos de la Pobla ya abonan al ente provincial los recibos de la basura, que se suman al IBI tanto urbana como rústica.

El PSPV es consciente de que en ocasiones puede no existir la estructura organizativa municipal suficiente para gestionar diferentes servicios pero cuando es el caso, como ahora, las competencias no deben ser delegadas, más cuando se reduce la morosidad de las familias por la cada vez más difundida concienciación del pago de los impuestos.

“Para que Soler haya sido reconocido en la diputación, a los poblatanos nos está costando mucho dinero. Dinero que podría quedarse en nuestro pueblo ya que tenemos funcionarios suficientes y preparados para gestionar el cobro de los recibos”, explica la candidata a la alcaldía, Neus Garrigues. Los socialistas reclaman que no se pague ni un euro más de la Pobla a la diputación y que buena parte de los recibos vuelvan al ayuntamiento, donde se gestionan mejor y los vecinos tienen mayor conocimiento de lo que deben pagar y más proximidad para solucionar sus posibles problemas.