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Morcillo recuerda a Tomás y Valiente, Ernest Lluch y Manuel Broseta durante la entrega de Grandes Cruces y Encomiendas de la Real Orden de reconocimiento a las víctimas del terrorismo

Morcillo recuerda a Tomás y Valiente, Ernest Lluch y Manuel Broseta durante la entrega de Grandes Cruces y Encomiendas de la Real Orden de reconocimiento a las víctimas del terrorismo
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    Morcillo recuerda a Tomás y Valiente, Ernest Lluch y Manuel Broseta durante la entrega de Grandes Cruces y Encomiendas de la Real Orden de reconocimiento a las víctimas del terrorismo - (foto 2)

    El rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, ha participado esta mañana en el acto de entrega de Grandes Cruces y Encomiendas de la Real Orden de reconocimiento a víctimas de terrorismo, concedidas a las familias de fallecidos y a heridos en actos terroristas desde 1979.

    El acto, organizado por la Delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior,  se ha realizado en el Paraninfo de la Universitat de València de la calle La Nau, y ha contado con la presencia de la alcaldesa de València, Rita Barberá; el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Luis de la Rúa.

    Al acabar el acto, el rector ha tenido palabras de recuerdo a las víctimas del terrorismo de la comunidad universitaria.  “No olvidamos, ni olvidaremos, el asesinato del profesor Tomás y Valiente, valenciano, estudiante de esta universidad, profesor e investigador en la Universitat de València, que le vio crecer científica y académicamente, hasta llegar a los más altos niveles de excelencia profesional, truncada por la banda terrorista ETA en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid. Ni tampoco el más reciente asesinato del profesor Ernest Lluch, padre científico de buena parte de los mejores economistas de esta Universidad, cuyo paso por las aulas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universitat de València supuso un revulsivo para el mundo económico valenciano. Su libertad e independencia fue pagada con su propia vida en su domicilio de Barcelona hace casi diez años. Esta sala acogió el acto de reconocimiento emotivo y de homenaje a su persona bajo el título de “Sapere aude”, la máxima kantiana que nos anima a “atreverse a saber”, porque el conocimiento, el pensamiento, la libertad son las máximas que el terrorismo quiere acallar. No puedo olvidar cómo en pleno Campus de Blasco Ibáñez fue asesinado nuestro compañero el profesor Manuel Broseta Pont cuando el 15 de enero de 1992 se dirigía, desde el Departamento que hoy lleva su nombre, a impartir sus clases de Derecho Mercantil”.

    Esteban Morcillo ha asegurado que “nos unimos hoy, como institución, al recuerdo a las víctimas del terrorismo, a todas sin excepción, desde el recuerdo a nuestros miembros de la institución más queridos, con el deseo de que las columnas que sostienen este claustro desde hace cientos de años nos sirvan como ejemplo de apoyo, de sustento, de firmeza ante la adversidad y de ánimo para erigir una sociedad libre de ataduras, donde la confrontación de ideas y argumentos se produzca, como se hace en sede académica, desde el rigor y el respeto a las personas a sus derechos inalienables como ciudadanos y ciudadanas”.

    En total, se han entregado 34 condecoraciones (diez de ellas a título póstumo) a valencianos o residentes en la Comunitat Valenciana que han sido víctimas de ETA, Terra Lliure o el terrorismo islamista, como los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, o los registrados en Santa Pola en 2002 o en Benidorm en 2003.

    Por otra parte, el rector participa a las 19.00h de esta tarde en la presentación del Tribunal Internacional para la Aplicación de la Justicia Restaurativa en el Salvador, patrocinado por la Universitat de València y presidido por José María Tomás y Tío “Este Tribunal no sólo imparte justicia. Reconoce a las víctimas.  Por ello quiero expresar el agradecimiento de la Universitat de València a todos los que han luchado para que el dolor de las víctimas y sus familias no caiga en el olvido”, dice el rector.

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