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El fangueo mejor que la quema

El fangueo mejor que la quema
  • Un estudio revela que, de los diferentes sistemas de gestión del rastrojo del arroz, incluida la quema, ninguno favorece la biodiversidad como el de remover tierra y paja tras la siega. El fangueo impide además la proliferación de algunas plagas

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El fangueo mejor que la quema - (foto 2)
El fangueo mejor que la quema - (foto 3)

Las consecuencias que tiene la descomposición de la paja del arroz en la calidad de las aguas tras la cosecha y la consiguiente inundación de los arrozales es uno de los problemas que más preocupan en el entorno del Parc Natural de l’Albufera. La quema, solución habitual en otro tiempo, ya no se permite. Tras un lustro de polémica, de ahogarse y pudrirse cada otoño el rastrojo en los tancats más profundos, de afectar esta contaminación al agua y la pesca en el lago, un estudio arroja nueva luz sobre el debate. La Fundació Assut y el entomólogo Juan Rueda han analizado en la partida de L’Estell las consecuencias que los distintos sistemas de tratamiento y eliminación de la paja del arroz tienen sobre la biodiversidad en L’Albufera.

El cultivo del arroz está muy estrechamente ligado al paisaje y la diversidad biológica de su entorno. En las jornadas ‘Arroz y conservación de humedales’, organizadas también por la Fundació Assut y celebradas hace unos días en la Universidad Politécnica de Valencia, Rueda presentó los resultados de esta investigación. El experimento consistió en analizar la relación que hay entre la gestión del arrozal en invierno y sus condiciones ecológicas como lugar de alimentación para las aves acuáticas. En concreto, se estudió la respuesta de los macroinvertebrados, principal fuente de alimentación de patos, garzas, gaviotas y limícolas, a las distintas fórmulas de tratamiento del rastrojo.

Con la colaboración del Parc Natural de l’Albufera, se analizaron las consecuencias de la roturación en seco del terreno, la quema de la paja, la incorporación de ésta al suelo mediante la labor de fangueo, y el mero abandono del rastrojo en el campo. Y, entre las cuatro prácticas testadas, se observó un aumento de la riqueza de los invertebrados tras el proceso del fangueo. Éste consiste en batir con un tractor de ruedas de hierro, llamadas gàbies, la superficie ligeramente inundada de las parcelas para airearla e incorporar al suelo la paja y los restos de la siega.

La entomofauna acuática, la cantidad y variedad de insectos y otros artrópodos son un inmejorable indicador de la calidad del medio. Según Rueda, el fangueo impide también la habitual explosión de quironómidos en las épocas de calor, esas molestas nubes de mosquitos que, en estado larvario, suponen además una seria amenaza para la cosecha de arroz. Por el contrario, las rantelles o tarrantelles, como se los conoce en L’Albufera, aumentan exponencialmente tras las prácticas del abandono o la quema del rastrojo.

Este estudio, financiado por Loterías del Estado y National Geographic Channel a través del premio ‘Becas Soñadores’, se enmarca en el proyecto de custodia del territorio firmado por la Fundació Assut y la Comunidad de Regantes de L’Estell i Rojas. Entre otros objetivos, el proyecto pretende valorar la incidencia de algunas prácticas de gestión de los arrozales y proponer soluciones o alternativas sostenibles.

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