La UCV instala desfibriladores y forma a sus trabajadores ante paradas cardiorrespiratorias
Se convierte, así, en “espacio cardioprotegido”
La Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV) ha instalado más de 25 desfibriladores semiautomáticos en todos sus campus y ha formado a 65 trabajadores para poder intervenir y actuar ante posibles paradas cardiorrespiratorias fortuitas que se produzcan en sus centros y sedes.
Según Juan José Ferri, responsable del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, la UCV se “ha convertido, así, en espacio cardioprotegido”.
Además de los equipos fijos, que se encuentran “en zonas muy visibles y de continuo paso”, también se han adquirido otros cinco desfibriladores semiautomáticos portátiles destinados a las pistas deportivas del campus de Torrent, para el uso del Servicio de Actividades Físico-Deportivas, para las acampadas y excursiones de la Escuela de Tiempo Libre y para las embarcaciones de uso oceanográfico “Tarro Blanco” y la zodiac de apoyo a los proyectos de investigación marina.
Igualmente, según ha apuntado Ferri, “más de 65 trabajadores, entre personal de la propia universidad y de las empresas de seguridad que prestan su labor en los diferentes campus, han recibido formación para manejar estos sencillos equipos y que pueden llegar a salvar vidas ante problemas que supongan una parada cardiorrespiratoria, mientras se espera la llegada de los servicios de urgencia”.
La causa más frecuente de parada cardiorrespiratoria en el adulto, en el medio extrahospitalario, es la “fibrilación ventricular”. Se trata de un “ritmo cardiaco caótico que representa entre el 75 y el 80 por ciento de las muertes súbitas de origen cardiaco y requiere de atención inmediata, ya que por cada minuto que se retrasa su tratamiento adecuado se reduce en un 10 por ciento la posibilidad de supervivencia de la persona que la padece”, ha explicado.
De esta forma, con la adquisición de los equipos y la formación específica “nos incluimos en la actuación integral en la cadena de supervivencia, ante una situación de parada cardiorrespiratoria, que permita atender al paciente en el menor tiempo posible con altos niveles de calidad y eficacia, tal y como señala el Decreto 220/2007 de la Conselleria de Sanitat”, ha añadido.
