El Museu lleva la maleta didáctica a Guadassuar
El curso “Agua, tierra y fuego: La alfarería” por el Museu d’Etnología de la Diputación de Valencia va dirigida a los jóvenes de entre 6 y 14 años
Los alumnos trabajan con materiales de cerámica como una olla, un bebedor, un botijo y un mortero
Juan Antonio Alcántara, jefe de Exposiciones Itinerantes del Museo: “El objetivo del proyecto es que los jóvenes conozcan los objetos de la sociedad tradicional y sepan para qué servían”
Un año más Juan Antonio Alcántara, jefe de Exposiciones Itinerantes del Museu d’Etnología, se desplaza con la “maleta didáctica” a los municipios valencianos para explicar a los escolares cómo se hace el barro. “El objetivo de este proyecto es que los jóvenes conozcan los objetos de la sociedad tradicional y que sepan para qué servían”.
La maleta didáctica que lleva 14 años recorriendo las casas de cultura y ayuntamientos de toda Valencia llega hoy a Guadassuar “con intención de quedarnos dos semanas más”, según Alcántara.
En un principio el experto y su compañera en prácticas, Irene Llàcer dividen la clase en 4 grupos de 5 y reparten a cada grupo un cajón que previamente han extraído de la “maleta didáctica”. Cada caja contiene una pieza de cerámica partida en dos para que los componentes de cada grupo puedan ver y palpar el objeto. Así, “ellos exploran y se familiarizan con el material”, afirma Alcántara.
Al grupo de Gerard Mut, alumno de 5º, le ha tocado analizar un mortero de cerámica “hemos visto que la textura es lisa, suave y que está barnizado”, explica. Irene Llàcer se acerca al equipo de Mut y les pregunta “¿por qué pensáis que está barnizado?”. Ellos no saben contestar, entonces Llàcer les cuenta que si no se barniza el mortero cuando hagamos all i oli se desbordaría, por eso es poroso”.
Los escolares tiene que describir las piezas de cerámica que ofrece el Museu d’Etnología, por fuera, por dentro y analizar su textura. Los materiales con los que trabajan los alumnos son: el mortero, la olla, un bebedero de pájaros y un botijo.
Rosa Ferrero, alumna del colegio Sant Francesc, comenta con sus compañeras la textura de la olla que les ha tocado. Mientras, Irene Llacer les explica que el botijo “no se calienta porque el barro es poroso ya que el barro tiene propiedades de conserva”.
La alfarería
Una segunda exposición es la alfarería, donde los expertos enseñan a los estudiantes cómo se hace el barro y cómo se utiliza el torno para hacer objetos como los que ellos tienen en sus manos. Después “intentamos que conozcan el trabajo del alfarero”, afirma Alcántara.
Los técnicos explican a los alumnos cómo los alfareros saben cuándo la pieza de barro está lista y es que “una vez dentro del horno el color del barro cambia a más oscuro, por eso en los hornos antiguos hay una ventana para que el alfarero viese el cambio de color”, indica la experta.
Además, “nuestro objetivo es valorar el barro que es menos contaminante y crear un debate sobre la contaminación y el reciclaje”, afirma Juan Antonio Alcántara.
A través de la maleta didáctica se pretende dar a conocer la importancia de la alfarería entre los más jóvenes mediante juegos y actividades. Así, los estudiantes aprenden el oficio del alfarero y la producción de los objetos.
Otra maleta didáctica
“El huerto de la naturaleza. Uso tradicional de las plantas” es otra de las unidades portátiles que desarrolla el Museu d’Etnología. Como dice el experto, “es de carácter manipulador que va dirigida también a jóvenes de entre 6 y 14 años”.
En esta actividad a los alumnos se les hace “una introducción de la relación que tienen las personas y las plantas. Además, les explicamos el uso medicinal de los vegetales”. Otra parte es la expositiva con ludoteca, “así podrán ver los diferentes objetos, plantas y sus usos, concluye Alcántara.
