El monasterio franciscano de Santo Espíritu de Gilet reabre su hospedería tras diez meses de restauración
La bendición tendrá lugar mañana, a las 10.30 horas
El monasterio franciscano de Santo Espíritu del Monte, del término valenciano de Gilet ha reabierto su hospedería, que será bendecida mañana, sábado, tras finalizar las obras de restauración que comenzaron en abril del pasado año, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de los religiosos franciscanos que rigen el convento.
La bendición de la hospedería tendrá lugar mañana, a las 10.30 horas, y será presidida por el Ministro Provincial Franciscanos, Juan Carlos Moya, han añadido las mismas fuentes.
A continuación está previsto que los invitados y el público asistente realicen una visita por el edificio, “totalmente restaurado y adaptado a las necesidades de hoy” y, posteriormente, tendrá lugar la celebración de la eucaristía, a las 12 horas en la que concelebrará el Vicario General de la diócesis, Vicente Fontestad, entre otros sacerdotes. El acto finalizará con un vino de honor.
La restauración, que se ha prolongado durante diez meses, “ha consistido en una reforma integral de la estructura, que estaba dañada, y en la recuperación de espacios que estaban en desuso, lo que ha permitido sumar varias salas más a las ya existentes”, han explicado.
Además, “tras las obras, la hospedería cuenta con una nueva pequeña capilla, que se suma a la ya existente, que también ha sido rehabilitada, y se ha instalado una pasarela para hacer accesibles las instalaciones”, según las mismas fuentes.
Una hospedería de más de cien años en un monasterio fundado en el siglo XV
La hospedería del monasterio abrió sus puertas a principios del siglo XX y, desde entonces, se han llevado a cabo dos reformas. La última de ellas hace 20 años, permitió instalar cuartos de baño en las habitaciones.
Las instalaciones, que están divididas en dos pisos, fueron reabiertas al público a principios de este mes de marzo.
El objetivo de la hospedería es convertirse en “un espacio de acogida para aquellas personas que buscan un lugar tranquilo, en silencio y en medio de la naturaleza para encontrarse con Dios, descansar, estudiar, o, simplemente, disfrutar en un entorno magnífico”.
Además, como es parte del monasterio, “no es un hotel o un hostal sino una hospedería conventual que no pierde el carácter sencillo y austero de nuestra vida franciscana, en este monasterio. originalmente fundado por la Reina María de Luna a principios del siglo XV”.
Por tanto, la hospedería cuenta con “unos horarios de apertura y cierre, un único menú casero y sencillo, ausencia de servicio de habitaciones y la necesidad de guardar un ambiente de cierto silencio” aunque “también ofrece comodidades y medios técnicos, además de la compañía de una comunidad religiosa dispuesta a compartir su tiempo y su oración con quien lo requiera”, según las mismas fuentes.
