Medio Ambiente recupera la lechuza y el mochuelo común en el Parc Natural de l’Albufera
Se realizarán nidos de madera en zonas de arrozal y huerta para la reproducción de estas rapaces protegidas
Contribuyen al mantenimiento de los arrozales, al alimentarse de pequeños roedores
L’Albufera cuenta con poblaciones reducidas y poco conocidas de rapaces nocturnas
La iniciativa cuenta con la colaboración de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) y el apoyo del Programa de Voluntariado “Alas sobre Agua”, realizado mediante un convenio con Carrefour.
La importancia de favorecer las poblaciones de estas rapaces nocturnas en el Parc Natural de l’Albufera obedece no sólo a razones de biodiversidad, sino que al alimentarse de pequeños mamíferos, como roedores o musarañas, insectos y pequeñas aves, la lechuza y el mochuelo favorecen el mantenimiento de los arrozales.
Poblaciones reducidas y desconocidas en l’Albufera
Asimismo, debido a sus hábitos nocturnos y retraídos, las rapaces nocturnas constituyen un grupo de aves poco conocido y de poblaciones muy reducidas en el Parc Natural de l’Albufera. La Conselleria de Medio Ambiente ha constatado hasta el momento la presencia de cuatro especies diferentes en el parque: lechuza común, mochuelo común, autillo europeo y búho chico.
La colocación de los nidales (cajas de madera de grandes dimensiones) coincide con el periodo previo a la nidificación de la mayor parte de las rapaces nocturnas. Estos nidos se ubicarán durante la próxima semana en diferentes puntos del parque natural, especialmente en arrozales y zonas de huerta.
Los nidos artificiales para aves se consideran una medida sencilla para mejorar la reproducción de numerosas especies, como cigüeñas, aves insectívoras, rapaces nocturnas y diurnas, entre otras. Pueden ser colocados en lugares muy variados (construcciones, árboles o tejados) aunque en todo caso ha de garantizarse su aislamiento para prevenir la llegada de predadores y evitar molestias.
En la mayoría de los casos, los nidales pueden llegar a utilizarse durante varios años. En el caso concreto de l’Albufera se ha producido en los últimos tiempos una falta de lugares de cría óptimos, al rehabilitarse construcciones abandonadas o producirse el derrumbe completo de antiguas construcciones, que constituían lugares aptos para la nidificación.
