L’Eliana inaugura la “Crónica de la Gran Guerra. El Archivo de Tánger”

El Centro Sociocultural de l’Eliana acoge del 18 de enero al 23 de febrero de 2018 la exposición fotográfica “Crónica de la Gran Guerra. El Archivo de Tánger”, cedida por el Museo Valenciano de Etnología. La exposición muestra una dimensión histórica distinta de la Primera Guerra Mundial, aportando datos desconocidos sobre las grandes batallas, la vida cotidiana en el frente y la retaguardia de la tropa y la oficialidad, los ingenios bélicos y los destrozos producidos por los ejércitos.

Este archivo fotográfico de la Primera Guerra Mundial narra gráficamente el periplo de un oficial francés por el frente, dejando constancia de los paisajes de la guerra. Las fotos fueron tomadas entre 1916 y 1935. El archivo se divide en dos grandes bloques: el relativo a la Primera Guerra Mundial, que refleja la estancia del autor en el frente de guerra, y el referente a la posguerra hasta 1935, que retrata a la familia en su vida cotidiana.

Las imágenes de la Primera Guerra Mundial recorren el llamado Frente Occidental, donde el oficial se detiene a capturar todos los aspectos del conflicto, desde los momentos banales y curiosos a los más crueles y descarnados. En su automóvil descubierto, retrata tanto armas extrañas como soldados abatidos. El fotógrafo, de nombre desconocido, era un soldado francés sirviendo en el Frente Occidental, una línea de trincheras entre los Vosgos y el canal de la Mancha por territorios del norte de Francia y Bélgica.

Las imágenes del Archivo de Tánger han sido restauradas y forman parte del Archivo de la Casa de la Imagen de Logroño. La exposición que ahora acoge l’Eliana hasta el 23 de febrero ha sido producida por el Museo Valenciano de Etnología, que la ha cedido temporalmente a la localidad del Camp de Túria.

El primer edil y concejal de cultura, Salva Torrent, ha puesto en valor el contenido de la exposición y la propia historia de las fotografías “El archivo fue rescatado en un mercadillo de Tánger en 1999, estando custodiado en diez pequeñas cajas de madera. Cada una de las cajas contenía unas cincuenta placas de vidrio. Las imágenes son completamente inéditas y nunca salieron del ámbito doméstico de su autor, por lo que es un auténtico lujo poder admirar en nuestra localidad un fragmento original de nuestra historia reciente” ha sentenciado.