Gavarda reconoce la figura de Vicent Ortega Pascual, ‘el de Gràcia’, dando su nombre a la calle de pilota
El antiguo carrer de pilota de Gavarda es desde el domingo el carrer de pilota Vicent Ortega Pascual, Vicent ‘el de Gràcia’. La propuesta, impulsada por el Partido Popular y ratificada en el pleno municipal de Gavarda por unanimidad, se convirtió en realidad el pasado fin de semana en un emotivo acto-homenaje que reunió al protagonista, familiares, vecinos y vecinas y que culminó, como no podía ser de otra manera, con una partida.
Vicent Ortega Pascual nació el 1933 en la localidad de la Ribera Alta. Su trayectoria como pilotari comenzó en el mismo pueblo cuando solo tenía 15 años, etapa en la que todos lo conocían como ‘el xiquet’ por la gran diferencia de edad con el resto de deportistas. En sus inicios ya jugaba de resto, posición que no abandonaría durante toda su carrera.
‘El de Gràcia’ siempre llevaba una pilota en el bolsillo. Su primera partida la disputó en Alcàntera de Xúquer contra los tres mejores pilotaris de la Vall. Iba a hacerlo al lado de Juan ‘Alcaina’, pero este no pudo y Vicent tuvo que enfrentarse solo para no perder los 100 duros que había en juego. Ganó y desde entonces, su progresión fue al alza.
Con 60 años pasó a jugar la competición de ‘Levante’ junto a Carlos, Olegario y Juan Bautista. Para el imaginario quedará la partida en la que se vieron las caras con el club de Piles, equipo del que formaba parte ‘Gat’, uno de los jugadores más importantes de la época. Sabedores de su potencial, los rivales se dejaron perder los primeros juegos para que la gente apostara a favor de los de Gavarda. Vicent se dio cuenta y trazaron una estrategia perfecta para acabar ganando ante la sorpresa de la afición. ‘El de Gràcia’ acabó lesionado y estuvo 73 días de baja. “Conoce el carrer como si fuera su casa”, señalaban sus familiares.
Todo y que todavía jugó alguna partida más en el pueblo, finalizado el campeonato, decidió poner punto y final a su carrera. Actualmente, se ha convertido en un gran aficionado y no se pierde ninguna celebración, ahora, más si cabe, en su calle, haciendo justicia a una vida dedicada a la pilota.
