Desarticulada una banda dedicada al robo de vehículos en garajes
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada al robo de vehículos en garajes de la provincia de Valencia. Han sido detenidas cinco personas como presuntas autoras de las sustracciones y de un delito de pertenencia a organización criminal, según los casos. Accedían al garaje y seleccionaban el vehículo que se adaptaba a sus exigencias, volvían días después para sustraerlo para lo que cambiaban la centralita electrónica por otra modificada con sus códigos y las llaves adaptadas a los mismos. Utilizaban una vivienda a la que llevaban los coches sustraídos para la reparación de posibles desperfectos, las modificaciones electrónicas necesarias o el despiece de los mismos. Han sido recuperados seis vehículos completos, así como numerosas piezas de otros trece de diferentes marcas y modelos, doce centralitas, varios mandos a distancia de garajes, llaves de vehículos modificadas con apariencia de original, un inhibidor de frecuencias y dos walkie talkie.
La investigación se inició el pasado mes de noviembre del 2014, cuando se tuvo conocimiento de la existencia de un grupo criminal que se estaría dedicando al robo de vehículos en la provincia de Valencia. Tras varias pesquisas, los policías averiguaron que cinco personas, de nacionalidades española y uruguaya, eran los responsables de una organización dedicada al robo de vehículos. La red estaba perfectamente planificada y organizada, con una clara delimitación de sus funciones y tareas para cada uno de sus miembros. Así, mientras tres de los componentes se dedicaban a elegir, sustraer, modificar y dar salida a los coches, otros dos miembros se encargaban de toda la infraestructura necesaria para llevarlo a cabo.
Mecánicos de profesión
El modus operandi de la organización era el siguiente. En primer lugar, seleccionaban un garaje que les permitiera el acceso de forma sencilla y, tras localizar un coche que no tuviera medidas de seguridad electrónicas y cuyo forzamiento no dejara rastro alguno, sustraían el mando a distancia que solían encontrar en su interior. Días después, volvían de nuevo al garaje con el mando que previamente habían sustraído y operaban sobre el vehículo elegido, al cual le cambiaban la centralita electrónica por una que ellos llevaban modificada junto con las llaves del vehículo adaptadas a los códigos de esa centralita. Tres de los investigados eran mecánicos de profesión, lo cual les confería los conocimientos necesarios para efectuar las actividades ilícitas que desarrollaban.
Una vez en marcha, mientras un miembro del grupo conducía uno de los vehículos, otros iban en un segundo coche efectuando labores de lanzadera y contra-vigilancia para evitar los posibles controles policiales.
Vivienda como depósito de los vehículos
Los agentes averiguaron que los sospechosos utilizaban una vivienda alquilada y dedicada exclusivamente como depósito, donde llevaban los vehículos y se encargaban de reparar posibles desperfectos, además de modificaciones y, en algunos casos, despieces de los vehículos. Allí, además, terminaban la fase de “maquillaje” del vehículo, en la que el coche sustraído era dotado de documentación auténtica de otros vehículos de la misma marca y modelo pertenecientes a otros automóviles siniestrados.
Con toda la información recabada, los investigadores procedieron a la detención de todos los componentes de la organización criminal en las localidades de Chiva, Alfarp y Valencia.
Los agentes efectuaron cinco registros en los que recuperaron seis vehículos completos, así como numerosas piezas de trece vehículos distintos, doce centralitas, varios mandos a distancia de garajes, llaves de vehículos modificadas con apariencia de original, un inhibidor de frecuencias y dos walkie talkie.
