Puig aboga por evitar la "instrumentalización" del debate territorial y las "reacciones recentralizadoras"
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha abogado por evitar la "instrumentalización" del debate territorial y las "reacciones recentralizadoras" y ha instado a reconocer la vigencia de la Constitución para superar la "simplificación del debate político" recuperando "el espíritu integrador frente a los maniqueísmos".
"Nuestro modelo de convivencia se ve amenazado también por un nuevo centralismo que ha surgido como acto reflejo a los impulsos separatistas", ha incidido Puig, quien ha destacado que "hoy, como hace cuatro décadas, la respuesta está en los matices, que es donde se cimenta la convivencia en una sociedad compleja".
Así se ha manifestado Puig en el acto de entrega a la entidad Societat Civil Catalana del XXVI Premio de Convivencia, galardón que otorga anualmente la Fundación Manuel Broseta.
Durante su intervención en el acto, el president ha pedido que "nadie utilice el separatismo para recentralizar" ni para "menospreciar las diferentes lenguas, culturas y sentimientos que existen en España". "Ni uniformidad, ni identitarismo", ha reclamado, al tiempo que ha instado a que "nadie olvide en el debate territorial que en los territorios viven personas".
"Acordar, pactar, ni ayer ni hoy es traicionar", ha defendido el jefe del Consell, quien ha destacado el valor del diálogo como "la única vía para abordar los conflictos políticos en las sociedades democráticas avanzadas", ya que, según ha explicado, "implica obligatoriamente reconocer a los otros como iguales", así como "hablar de lo que nos une, pero también de lo que nos separa", observando a "los que no piensan ni sienten como nosotros como personas con intereses diferentes y respetables, como adversarios, pero nunca como enemigos".
En este sentido, Puig ha resaltado el trabajo de "los movimientos cívicos y ciudadanos", que "son los que de le dan vitalidad a la democracia". Además, ha querido recordar que "el virus del fanatismo no es patrimonio de nadie" y ha indicado que, contra ellos, "la mejor vacuna es la razón dialogada".
Respeto sin indiferencia
En ese sentido, el president ha reivindicado el legado de Manuel Broseta, que defendía "el respeto sin indiferencia", y ha recordado a "otros grandes nombres valencianos y catalanes como Ernest Lluch o Francisco Tomás y Valiente", que debatieron "sobre lo que nos singulariza y sobre aquello que nos une", pero siempre "desde el respeto, el rigor, el diálogo y la tolerancia".
"Cataluña, como la Comunitat Valenciana, no ha sido nunca una sociedad cerrada", ha señalado Puig, sino que, ha indicado, "las puertas vitales e intelectuales de Cataluña siempre han estado abiertas en todos los periodos históricos, incluso en los años más oscuros". Por ello, ha asegurado, "los valencianos, desde el respeto, no somos indiferentes, y buscamos la superación de una situación que perjudica a Cataluña, al conjunto de España y a la Comunitat Valenciana".
Así, en el acto de homenaje y reconocimiento, el president ha defendido los "valores ilustrados" de Broseta y sus contemporáneos; unos valores que, ha lamentado, "les costaron la propia vida a manos de los intolerantes". Además, ha advertido de que "conviene tener muy presente su legado frente a las nuevas formas de violencia, el terrorismo global y las voces, en todo el mundo, que hablan de muros, de exclusiones y marginaciones o que quieren reducir la democracia a los aspectos más insustanciales".
En el acto, al que también han asistido la consellera de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, Gabriela Bravo, y la de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, el president ha destacado la "gran valía intelectual, cívica y social" de Broseta, cuyo legado es "referencia en los fundamentos de lo que significa el Estado de Derecho, los valores de la democracia y el amor a nuestra tierra".
