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Puçol se opone por unanimidad al transporte de mercancías peligrosas por su término municipal

Puçol se opone por unanimidad al transporte de mercancías peligrosas por su término municipal
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    El 26 de octubre, el pleno municipal aprobó por unanimidad decir no a que cada mes pasen por Puçol tres transportes de material radiactivo con destino al almacén temporal centralizado de Villar de Cañas, en Cuenca. Un transporte 6.700 toneladas de residuos nucleares al año, procedentes de 7 centrales nucleares, que afecta a 216 pueblos y más de 6 millones de vecinos… porque el transporte de este tipo de mercancías siempre es peligroso.
    Juanjo Manzaneque, concejal de Medio Ambiente, recuerda “los 800 accidentes que ha habido en el Reino Unido en los últimos 50 años, algo que no hay que olvidar porque los contenedores que van en los camiones no soportan las caídas o el fuego y, sobre todo, no hay un plan de emergencias en el caso de un accidente nuclear en ruta… por lo que si se produjera uno cerca de Puçol generaría perjuicios incalculables para las personas, pero también para la huerta y el turismo a medio y largo plazo”.

    Sensibilizar a los vecinos para que se posicionen en contra del paso de camiones cargados de material radiactivo, tres veces cada mes es, para el concejal, jugar demasiadas veces a la lotería.

    De hecho, hoy España paga más de 23 millones de euros cada año a Francia, para almacenar allí nuestros residuos nucleares. Pero esta situación puede cambiar en cualquier momento, por lo que hay que buscar alternativas al transporte de material radiactivo previsto desde todas las nucleares hacia Cuenca: “una opción es que cada central nuclear tenga su propio almacén temporal y otra es que el nuevo gobierno no autorice la construcción de un almacén único centralizado en Villar de Cañas”.

    En cualquier caso, la apuesta de Manzaneque va más allá, porque la clave es abandonar la energía nuclear y elegir otras opciones de las que ya disponemos: “Hay que apostar por energías limpias y renovables. El futuro no pasa por las energías nucleares, sino por los valores medioambientales”.

    Así lo han entendido todos los componentes de la actual corporación municipal, por lo que el 26 de octubre aprobaron por unanimidad la propuesta de oponerse al transporte radiactivo por Puçol.

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