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"¿Pagarías por el plato que estás presentando?", lema de la exigente escuela de Hostelería Virgen al Pie de la Cruz

"¿Pagarías por el plato que estás presentando?", lema de la exigente escuela de Hostelería Virgen al Pie de la Cruz
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    "¿Pagarías por el plato que estás presentando?", lema de la exigente escuela de Hostelería Virgen al Pie de la Cruz  - (foto 2)
    "¿Pagarías por el plato que estás presentando?", lema de la exigente escuela de Hostelería Virgen al Pie de la Cruz  - (foto 3)

    Este año la campaña promocional de la Ruta de la Tapa la ha realizado el Departamento de Comunicación municipal junto a 45 alumnos y 6 profesores de los ciclos formativos de cocina y pastelería del colegio Virgen al Pie de la Cruz: durante la mañana del jueves 5 de mayo prepararon 9 propuestas vegetarianas que fueron grabadas en vídeo y fotografiadas para el spot y el cartel… y luego fueron servidas en el restaurante del propio centro.

    Un total de 45 alumnos de primer curso de los dos ciclos formativos que se imparten en Virgen al Pie de la Cruz son los protagonistas del spot publicitario y del cartel de la Ruta de la Tapa de este año. Su trabajo, supervisado por 6 profesores, fue grabado y fotografiado por el Departamento de Comunicación y se presenta en público el sábado 4 de junio, a las 13 horas, en la feria comercial Puçol DeMostra.

    “Como ya estábamos avisados, preparamos nueve platos vegetarianos que luego fueron servidos en el comedor del centro, un comedor que abre los martes y jueves del curso para que además de la cocina también realicen prácticas de diseño de menús, elaboración y, por supuesto, servir los platos”, explica Esteban López, uno de los profesores de la escuela de Hostelería.

    Aunque imparte Formación Profesional desde 1980, el colegio Virgen al Pie de la Cruz ha adaptado su formación a la realidad laboral de cada época, buscando con los ciclos formativos la inserción laboral como principal objetivo, para lo cual los alumnos realizan el último trimestre de prácticas en empresas colaboradoras, “empresas que en el 40% de los casos contratan a los alumnos para ese verano y, en algunos casos, luego los llaman para seguir trabajando”.

    La inserción laboral es el final de la cadena, pero para ello se trabaja durante dos años en una formación eminentemente práctica, donde no hay asignaturas tradicionales (adiós a las mates o la lengua) y todas se centran en el mundo de la hostelería: las materias primas, la elaboración de los platos, la seguridad e higiene o el control del almacén, entre otras.

    “Tenemos cinco días de clase a la semana y en cuatro de ellos los alumnos pasan por la cocina”, continúa Esteban. “Además, en el primer curso diseñamos los menús entre toda la clase y luego los hacemos y servimos durante los meses de abril y mayo, para que la experiencia sea completa”.

    Una experiencia que en el primer curso se traduce en un trimestre aprendiendo las bases de la cocina, el segundo dedicado a los tipos de platos (pastas, arroces, sopas, ensaladas, carnes…) y el tercero en el que preparan menús con los platos que han aprendido, aunque los alumnos también pueden proponer platos nuevos.

    “Son ocho menús entre los meses de abril y mayo que, además, son los platos que tienen que estudiar para su examen: primero nos explican los ingredientes y cómo se preparan a nivel teórico y luego pasan a la cocina y los elaboran. En eso consiste su examen”.

    Un examen en el que además la pregunta clave es, de alguna forma, el lema de la escuela de Hostelería: ¿pagarías por el plato que me estás presentando? Una pregunta para la que no todos tienen respuesta.

    De los 38 alumnos que comienzan el primer curso suelen acabar unos 30, de los cuales se matriculan en 2º curso unos 25 y, al final del ciclo, son 20 los que acaban con ese trimestre de prácticas en alguna empresa del sector (desde reconocidos restaurantes a cadenas de hoteles, pasando por locales de la comarca)… pero esos 20 están perfectamente preparados para lanzarse al mundo laboral.

    “Y si no se consideran preparados, siempre hay alumnos que realizan primero el ciclo de cocina y luego el de pastelería, dos años cada uno, lo que les permite una formación práctica completa”, finaliza el profesor. “Formación que se completa con las salidas al mercado o a cualquier actividad (como coger setas, cocinarlas y montar una exposición) o la participación en concursos, donde el colegio ha conseguido varios premios, como Cordon Bleu y el certamen de postres de Xixona”.

    Ahora que los concursos en televisión han puesto los cocineros de moda, aunque la realidad es muy distinta, si la cocina es lo tuyo, en julio tienes oportunidad de matricularte en cualquiera de los dos ciclos que ofrece Virgen al Pie de la Cruz: el genérico de Cocina y gastronomía, o el específico de Panadería, repostería y confitería.

    Aprenderás a preparar esos platos por los que tú también pagarías para disfrutarlos.

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