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Club de Pesca Puçol: Un equilibrio entre competición y respeto por el medio ambiente

Club de Pesca Puçol: Un equilibrio entre competición y respeto por el medio ambiente
  • Con casi 60 años de historia, el Club de Pesca Puçol ha demostrado estar a la altura de los grandes deportistas del panorama internacional

  • Varios campeones de España y del mundo forman parte de esta agrupación local que, además de practicar su deporte, predica el respeto por el medio ambiente

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Club de Pesca Puçol: Un equilibrio entre competición y respeto por el medio ambiente - (foto 2)
Club de Pesca Puçol: Un equilibrio entre competición y respeto por el medio ambiente - (foto 3)

La pesca deportiva no está reñida con el cuidado de los ecosistemas marinos. No siempre, al menos. Para practicar su actividad garantizando el máximo respeto hacia al medio ambiente, los integrantes del Club de Pesca Puçol siguen una fórmula de captura y suelta.

«Nuestra actividad no puede dañar el ecosistema marino porque, tras pescar y pesar al animal, lo devolvemos con vida a su espacio», explica José Segura, tesorero del club y presidente de la Federación de Pesca de la Comunidad Valenciana.

El responsable forma parte de la entidad local desde hace cuatro décadas y, desde entonces, ha pasado por distintas etapas, algunas de ellas como presidente, cargo al que ha tenido que renunciar en los últimos años pues no es compatible con el que ostenta en la federación. «La historia del club es muy grande... Daría para escribir un libro».

Y no es para menos. Con más de 100 deportistas de todas las edades —incluyendo jóvenes y jubilados—, tienen en sus filas nada menos que tres campeones del mundo, varios de España «y muchos autonómicos», comenta el responsable: «Como hay muchas especialidades y tenemos gente de lo más competitiva, los resultados son muy buenos».

No solo a nivel de deportistas: Cuentan además con varios jueces nacionales que han actuado en diferentes campeonatos nacionales e, incluso, en algunos mundiales que se han desarrollado en España. «Están a primera línea del Comité de Jueces de la Federación Española, reconocidos como lo mejorcito del país», comenta orgulloso el tesorero.

Y este año, como cualquier otro, apuntaba a unos resultados muy favorables. Pero la pandemia llegó con fuerza y supuso la suspensión de todas las competiciones tras el 14 de marzo, de modo que solo han podido participar en cuatro en lo que va de temporada. Y las sensaciones, según apuntan, eran más que favorables.

La quinta competición debería llegar en junio, aunque están a la espera de las directrices de la Consellería de Sanitat «para reajustar el calendario del club de cara al resto de la temporada». Mientras tanto se dedican a entrenar para calmar las —no pocas— ganas que tienen de competir.

Pandemia y ecosistemas marinos

Pero la pandemia no solo ha afectado a la competición, sino que ha sacudido la organización de la vida en el mar hasta traer a las costas algunas especies que, por lo general, suelen mantenerse en aguas más profundas. Primero, por la ausencia de embarcaciones. Y segundo, por el último temporal, que rompió las piscifactorías del Mediterráneo liberando así «millones y millones de peces en esta zona, lo cual también ha podido atraer a otras especies que vienen a nutrirse».

Pero no son las únicas especies que se han dejado ver en el agua últimamente. Guantes, mascarillas... Restos que se suman a la basura que cada año el ser humano vierte sobre los mares y que esta primavera ha resultado de lo más evidente. «Me parece demencial», apunta José Segura, consciente de que muchos de estos restos llegan de la mano de los propios pescadores.

«Hay que diferenciar entre dos tipos de pescadores: el federado o competitivo, y el “dominguero”, y creemos que son estos últimos quienes dejan toda esa basura en espigones, playas y demás». De hecho, uno de los aspectos puntuables durante las competiciones de pesca es que cada deportista deje limpio su escenario antes de irse. De lo contrario, son sancionados. Por eso, «el pescador federado está acostumbrado a limpiar todo antes de irse».

Los miembros del club no se dirigen a las escolleras sino a ríos, pantanos o también al mar, pero desde las playas o con embarcación. Y no solo respetan el medio ambiente sino que, además, lo predican: «Contamos con el certificado de Ecoembes y siempre que nos llaman para limpiar y retirar plásticos, acudimos», añade el tesorero, destacando la importancia de ser solidarios como agrupación.

«Tenemos claro que nuestro deporte se realiza en estos ecosistemas y, si no los cuidamos, no valdría para nada». Ahora, tras meses de parón, los miembros del Club de Pesca Puçol esperan retomar su actividad para continuar brindando grandes éxitos al deporte local; todo un equilibrio entre su enorme potencial competitivo y un profundo respeto hacia el medio ambiente.

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