Carlos Huertas, campeón autonómico, nacional y europeo, aspira al Mundial y a «jubilar a Pepe»
Siempre acompañado de su amigo y entrenador Pepe Claramunt, el parakarateka Carlos Huertas celebra sus 25 años en este deporte ganando su 2º Campeonato de Europa, que suma a sus torneos autonómicos, nacionales y también su podio en el Mundial. Lamentablemente, en las Olimpiadas de Tokyo no estará este deporte, pero ambos siguen preparándose, quizá en París puedan completar su colección con todos los trofeos a los que puede aspirar un deportista… y luego, a enseñar todo lo que sabe a sus propios alumnos.
Del 19 al 23 de mayo se celebró en Porec, Croacia, el Campeonato de Europa en todas las categorías sénior de kárate y parakárate. Tres valencianos estuvieron presentes: Fran Lozano, Juanan Sepulcre y Carlos Huertas, los mismos que han estado presentes en los distintos campeonatos autonómicos y nacionales, y ahora defienden juntos el pabellón de la Selección Española.
«Actualmente, la Comunidad Valenciana es la número 1 en las competiciones de parakárate a nivel nacional y España es la campeona del Mundo: estamos en lo más alto», apunta Pepe Claramunt, el incansable e inseparable entrenador de Carlos que, en esta competición no pudo acompañar a su alumno. «Cuando forma parte de la Selección Española tiene que acudir con el entrenador nacional, ahí los demás ya no podemos acudir, así que estamos juntos a nivel provincial, autonómico y nacional».
Las declaraciones las realiza mientras son recibidos en el Ayuntamiento de Puçol por la concejal de Deportes, Ángela Santamaría. Juntos rememoran el trabajo que llevan realizando desde el siglo pasado, posan con la nueva medalla de oro y explican cuáles son sus deseos para el futuro.
Apenas con 4 años, Carlos comenzó a entrenar con Pepe, el deporte le venía bien para mejorar su salud y su equilibrio en la vida. El 25 de mayo, Carlos Huertas cumplía 29 años y como regalo especial obtuvo dos premios: el Campeonato de Europa y el 25 aniversario junto a su inseparable entrenador, con el que ya colabora a la hora de dar clases y trabajar con otros alumnos.
«Claro que me compensa a nivel emocional, porque Carlos me ha enseñado muchas cosas. Aún hoy me emociono con cada mensaje y como persona me enriquece cada día que pasa», continúa Pepe. «Además, he tenido que sacarme el título de entrenador de parakárate para poder entrenarlo de cara a las competiciones oficiales, algo en lo que empezamos hace cuatro años y no hemos parado de obtener títulos».
Un currículum que incluye el tercer puesto en el único Mundial en el que ha podido participar, en 2019, aunque pronto tiene una nueva cita. Pero también ya luce con orgullo su oro en los dos últimos europeos; los tres subcampeonatos de España, hasta que este año, por fin, logró también el oro; y los cuatro autonómicos que ha ganado, todos en los que ha participado.
«Antes no existía en parakárate como disciplina deportiva oficial, por lo que tenía que competir con el resto de karatekas; obtenía buenos resultados, pero para mí era más difícil competir», recuerda Carlos Huertas, quien no olvida la lista de premios y todavía los recuerda todos. «Lo más complicado es la Liga Nacional, que organiza la Federación Española, porque son tres pruebas distintas en lugares diferentes y, tras ganar la liga en tres ocasiones, soy el Grand Winner, un trofeo especial porque solo lo obtiene el ganador absoluto».
Hablar de resultados deportivos puede ser agotador, por la cantidad de títulos que acumulan en los cuatro años de competición oficial… y, sin embargo, no es lo más importante para Carlos.
Ya ha comenzado a prepararse para ser entrenador: tiene el título a nivel autonómico y pronto se presentará para el carnet nacional. Todo con un objetivo: «jubilar a Pepe», como reconoce con ironía Carlos.
«Carlos tiene que ser mi relevo, junto con nuestro amigo Raúl han de ser los que hereden el pequeño local de entrenamiento y el alumnado. Así ya podré descansar, porque es hora de jubilarse y asistir a los campeonato solo como espectador», recuerda su entrenador Pepe.
Parakarateka, campeón autonómico, nacional y europeo en este último año, pese a que reconoce que «la primera vez sufrí mucho, pero este segundo europeo ha sido más fácil» y, sin embargo, no descansa, sigue aspirando más.
Ahora, en su mente los objetivos son dos: en lo deportivo, el Mundial y las Olimpiadas, si alguna vez el parakárate forma parte de ellas; en lo personal, entrenar a otros parakaratekas, hacer de este deporte su profesión, algo que exige una dedicación que ya es su modo de vida desde hace años.
«Cada día entreno en el gimnasio unas dos horas por la mañana, preparando el aspecto físico y técnico para competir. Y por la tarde, le ayudo a Pepe con sus clases de adultos y pequeños, así voy aprendiendo para mi futuro trabajo de entrenador. Es la forma de devolverle a Pepe todo lo que ha hecho por mí», señala Carlos.
Porque Carlos hace muchos años que no paga como alumno del gimnasio, se ha convertido en otra cosa: el discípulo, el alumno aventajado, el amigo y también el colaborador a la hora de dar las clases.
Eso sí, sin abandonar el entrenamiento personal, porque Carlos se está entrenando para obtener su 4º DAN. En su único Mundial subió al podio, pero la próxima vez quiere estar en lo más alto y para eso hay que continuar mejorando: «a nivel individual tiene que trabajar los saltos y el tren inferior, porque su punto fuerte es el tren superior. Seguiremos trabajando para corregir sus pequeños defectos, incluso yendo a entrenar a Valencia, viajando siempre en bici desde Puçol, no en coche. Una forma sencilla de fortalecer sus piernas», finaliza su inseparable entrenador.