El PSPV está dispuesto a dejar a Ribó en minoría para salvar la Generalitat con Ciudadanos
Apoyarían únicamente la investidura para desbancar a Rita de la alcaldía pero no entrarían en el gobierno municipal.
Ribó quedaría en minoría. Blanquerías prefiere a Punset que a Oltra para pactar
Arranca la cuenta atrás para anunciar un gran pacto que permita gobernar la Generalitat, después de 20 años consecutivos de mayorías populares. Y lo hace con más desconcierto del que dejaron las urnas el domingo 24 de mayo.
En la sede de los socialistas valencianos, en Blanquerías, en los distintos grupos de Whattsap integrados por los socialistas valencianos, en los municipios que podrían dar un vuelco sustituyendo al PP… reina el lío.
Una madeja que a estas horas busca las manos de Ciudadanos para devanarse fácilmente.
En el Comité Nacional del PSPV celebrado este fin de semana no hubo ni una sola voz discordante, siempre según Blanquerías: unanimidad respecto a los recelos que despierta una negociación con Compromís y su lideresa, Mónica Oltra. “Sin ninguna intervención crítica, Ciudadanos pareció la mejor vía ante socios desleales”, insisten desde el entorno negociador.
Pesos pesados como Lozano (UGT), Carmen Martínez (arrolladora en su victoria en Quart de Poblet) o los históricos Pepa Frau y Joan Lerma desconfían de Oltra, con miedo de que se repita un escenario como el que protagonizó con EU en 2007. Entonces, Oltra y Mollà incumplieron un pacto de coalición firmado ante notario, ante notario que es un fedatario público, con EU. Acabaron expulsadas de la formación liderada por la veterana Gloria Marcos, que acabó en el grupo de no adscritos de les Corts Valencianes.
Ximo Puig, sus negociadores y las bases lo saben: “Al PSPV le asusta esa manera de hacer política frentista, de llevar todo al límite que tiene Oltra. Este espíritu choca de lleno con la socialdemocracia”.
Desde Blanquerías, admiten que el pacto natural sería con el resto de fuerzas de izquierdas, Compromís y Podemos, pero no como un todo sino como dos partidos diferentes que concurrieron con listas distintas a los comicios del 24 de mayo.
Pero Oltra sustenta su fuerza para convertirse en presidenta del Consell en detrimento de Puig en los 19 escaños de su formación y los 13 de Podemos, 32 en total frente a los 23 del PSPV.
Esta suma, calificada como chantaje desde Blanquerías, sería insuficiente si, finalmente, Puig logra pactar otra alternativa con Carolina Punset. Entre ambos alcanzarían 36 escaños que, con la presumible abstención de los 31 parlamentarios del PP, permitirían la investidura de Puig en un gobierno en minoría, al menos como escenario más probable hasta las elecciones generales del próximo otoño.
Los negociadores socialistas apuestan por dejar tranquilos a los integrantes del partido de Albert Rivera aunque, al mismo tiempo, envían una contraprestación. Rivera rompió la baraja para permitir la gobernabilidad de Puig tras conocer que Joan Calabuig (PSPV) apoyaría a Ribó (Compromís) como alcalde.
Ahora el PSPV matiza: podrían votar a Ribó únicamente en la investidura para impedir que Rita Barberá fuera alcaldesa automáticamente como fuerza más votada pero no entrarían como socios de gobierno de un Ribó que ostentaría la vara de mando en minoría, con 12 de las 33 actas del cap i casal (la mayoría se sitúa en 17). “Rita no es una figura menor y entendimos que no podíamos dejar Valencia en sus manos después de 24 años de gobierno y anunciamos el apoyo a Ribó el viernes para no engañar a Ciudadanos”, explican desde Blanquerías.
Este escenario puede variar desde hoy hasta el jueves, día en que se constituye la Mesa de les Corts. Sólo si la actitud de Oltra girara 180 grados, podríamos estar ante un tripartito. Precisamente esta misma semana, se resolverá, también, la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía con el apoyo, también, de Ciudadanos.
