PSOE: "El PP vota en contra de modificar los privilegios para los expresidentes de la Generalitat"

El diputado socialista en Les Corts Rafa Rubio, ha asegurado hoy que el PP ha tenido la oportunidad de modificar los privilegios de los expresidentes de la Genralitat. En este sentido, ha explicado que habría que “suprimir la oficina de expresidentes, optar por la seguridad conveniente y necesaria, siempre y cuando sea representando a la Generalitat Valenciana”, así como “el apoyo de la institución siempre y cuando uno se desplace en su condición de expresidente”.

Rubio, que ha defendido en el Pleno de las Corts la modificación de la Ley 2/2002 sobre el estatuto de expresidentes de la Generalitat, ha hecho hincapié en que “en ningún caso supone dejar de reconocer el papel que les confiere haber ostentado la máxima representación de la Generalitat sino que la ley debe adecuarse a las nuevas condiciones económicas y sociales”. Del mismo modo, ha planteado que se retiren los privilegios a un expresidente que pudiera ser condenado por cualquier delito en condena firme, “por la indignidad que supondría para el pueblo valenciano”.

Incompatibilidades CJC

Los socialistas también plantean un régimen de incompatibilidades para formar parte del Consejo Jurídico Consultivo, “como en todos los lados”, de manera que sea “incompatible no solo con cargos directivos en empresas sino también cualquier mandato de carácter representativo que tenga o que acumule en su figura”. En este sentido, Rubio ha indicado que es “para acotar perfectamente unas funciones de otras”.

Más cambios

El diputado ha rechazado que el PP vincule estos cambios a otros más amplios, ya que “no tiene nada que ver, se pueden discutir los cambios en otras instituciones perfectamente pero no vincular unos con otros”. Por eso, le ha pedido al PP que “digan con claridad si están de acuerdo si quieren modificar los privilegios” al tiempo que ha añadido que “han seguido las recomendaciones de los diputados del PP en la Comisión de Coordinación que pedían un texto concreto sobre este tema”. Al respecto, ha recordado que esta es la cuarta vez que se debate esta cuestión en las Cortes, y en todas ellas el PP se ha opuesto a modificar los privilegios de los expresidentes.

Sobre la pretensión del PP de vincular esta reforma a una más amplia en la que tienen que participar otras instituciones, se ha preguntado “cuáles son, si no son estas Cortes Valencianas. O es que acaso pretende modificar otras instituciones -CJC, AVL, CES, CVC- y también 20 diputados menos. Es que acaso quiere vincular determinados privilegios de los que gozan los expresidentes a que se eliminen si reduce en número de parlamentarios y de miembros de órganos que están reconocidos en el Estatuto de Autonomía. Eso no tiene ni coherencia, ni sentido”.

Oficina y medidas de seguridad

Sobre la eliminación de la oficina del expresidente – con conductor y secretaria-, ha dicho que “no tiene sentido mantenerla” tanto si se opta por seguir en la vida pública o la vía privada. En el caso de optar por el CJC, ha insistido, “no tiene ninguna necesidad de oficina ya que goza de la infraestructura adecuada para atender sus necesidades”. Por otro lado, ha ironizado que “si un presidente opta por irse a una multinacional de telecomunicaciones o a hundir una entidad financiera como Bancaja, podría gozar de los privilegios de la oficina si lo pidiera”.

Sobre las medidas de seguridad convenientes, ha reiterado, que siempre “en razón del cargo de presidente, no en razón de haber estafado a la gente con subordinadas o preferentes. Eso es lo que no tiene sentido, que le podamos estar pagando la seguridad a alguien por unas actividades que no las hizo cuando era presidente de la Generalitat”.

El diputado del PSPV ha destacado que el único expresidente de la Generalitat de los cuatro que hay, el socialista Joan Lerma, es el único que no se ha acogido a ninguno de los privilegios que establece la actual ley.

En el turno de réplica, Rubio le ha recriminado al representante del PP la falta de seriedad a la hora de afrontar el debate y no contestar a las cuestiones planteadas.