Podemos insta a elaborar un protocolo de actuación para minimizar el absentismo escolar
El secretario segundo de la Mesa y diputado del grupo parlamentario Podemos-Podem, Marc Pallarés, ha reclamado en Les Corts Valencianes que el Consell elabore un protocolo de actuación para minimizar el absentismo escolar.
Según recoge la iniciativa, este protocolo debería incluir criterios de intervención, actuaciones específicas, medidas preventivas, y concretar un marco de colaboración con otras administraciones como los servicios sociales municipales.
Asimismo, Pallarés reclama la introducción de herramientas que posibiliten trabajar cooperativamente, especialmente mediante la red, entre profesorado y personal de los servicios sociales, así como potenciar los contactos entre los centros educativos y las corporaciones deportivas, culturales y sociales con la finalidad de iniciar oportunidades de colaboración en la formación del alumnado.
Paralelamente, se plantea el desarrollo de los denominados “contratos de formación básica” en aquellos casos de absentismo escolar graves, es decir, compromisos formales establecidos entre los centros, el alumnado y sus familias para garantizar la efectividad de las actuaciones proactivas realizadas.
El parlamentario de Podemos ha explicado que ante esta problemática, los centros educativos pueden desarrollar un papel proactivo o reactivo, en relación con los procesos de escolarización. En el primer caso, las prácticas de detección y actuación, así como las tareas pedagógicas, inclusivas e innovadoras, contribuyen a reducir los procesos de desmotivación y desafección escolar, como demostró una investigación publicada por la Universidad de Jaen que se llevó a cabo en centros educativos de las comarcas valencianas.
Esta investigación puso de manifiesto que en aquellos centros en los cuales se producen intervenciones reactivas, el absentismo recurrente afectaba al 2,97 por ciento del alumnado mientras que en los centros en los que se desarrollan intervenciones activas, con la correspondiente coordinación entre el equipo docente y servicios sociales, se conseguía minimizar el absentismo recurrente, ya que bajaba a un 0,48 por ciento del alumnado.
Según Pallarés, una cuestión como el absentismo exige un acuerdo entre las diferentes administraciones y áreas implicadas en garantizar el derecho a la educación ante el principio de la corresponsabilidad. De hecho, uno de los elementos que determina si un centro desarrolla prácticas proactivas es la adopción de medidas preventivas y la posterior colaboración con otras administraciones.
Pallarés ha explicado que en la mayor parte de los centros escolares, el absentismo queda circunscrito a la ausencia física e injustificada del alumnado y es considerado un fenómeno sincrónico que, a partir de una cierta frecuencia, se convierte en reiterado o consecutivo.
Asimismo, ha explicado que el absentismo se mide en dos variables, la intensidad y la frecuencia, lo que propicia que existan diferentes modalidades: el absentismo crónico, definido por su carácter prolongado en el tiempo; el recurrente, que implica una regularidad en el tiempo y está caracterizado por su frecuencia y finalmente, el esporádico, que se da en los casos en los que se registran ausencias puntuales y aisladas.
