La nueva Ordenanza General Municipal velará por la convivencia ciudadana en el espacio público
Agentes de la Policía Local divulgarán las normas en los centros educativos de primaria y secundaria
Se prohíben los grafitis, pegada de carteles y se multarán los comportamientos que atenten contra la dignidad de las personas
Se prohíbe y sancionará la negociación de servicios sexuales en la vía pública, tanto al que ofrece como al que recibe
Con esta nueva ordenanza, que se aplica a todo el término municipal, se podrán penalizar aquellos actos que perjudiquen la convivencia o la puedan alterar. “Regula una serie de medidas dirigidas al fomento y a la promoción de la convivencia y el civismo en el espacio público, de manera que ahora se podrán castigar dichas acciones que, hasta el momento, no estaban reguladas”, apunta el edil.
Entre otras cuestiones, se regulan normas de conducta que van desde apremiar el menosprecio a la dignidad de las personas –xenófobo, racista, sexista, etc.-, hasta el ofrecimiento y demanda de servicios sexuales en lugares de tránsito público, pasando por infracciones en el caso de grafitos, pintadas, degradación visual del entorno y colocación de pancartas, carteles y folletos. “Esto era necesario, entre todos tenemos que cuidar la imagen del pueblo y los bienes que tenemos, si no es así poco podremos hacer por ello”, aclara Lancharro.
Servicios sexuales en la vía pública
Una de las principales características de esta nueva ordenanza es la de sancionar la negociación de servicios sexuales en la vía pública, con la finalidad de preservar a los menores de la exhibición de prácticas de ofrecimiento y solicitud de este tipo de conductas sexuales en la calle, en aras de “mantener la convivencia y evitar problemas de vialidad en lugares de tránsito público y prevenir la explotación de determinados colectivos”, reza el escrito. “Se prohíbe ofrecer, solicitar, negociar o aceptar, directa o indirectamente, servicios sexuales retribuidos en el espacio público”, sobre todo cuando estas conductas se lleven a cabo en espacios situados a menos de quinientos metros de núcleos urbanos, viviendas aisladas o cualquier lugar donde se puedan encontrar menores de edad, aunque sea transitoriamente.
El Ayuntamiento pilareño ha recibido varias quejas vecinales por la práctica de estos servicios en algunas zonas del municipio como la rotonda de Mil Palmeras. “Ahora que está regulado podemos sancionar y evitar que esto suceda, además de tener que intensificar la vigilancia para asegurarnos de que las personas que en ese momento están en la calle lo hacen como reclamo de servicios sexuales”, subraya el concejal. En esta materia el Ayuntamiento se compromete, a través de los servicios sociales competentes, a prestar información y ayuda a todas aquellas personas que ejerzan el trabajo sexual en el municipio y quieran abandonar dicha práctica.