La Policía Local sancionará a los propietarios de los perros que no recojan los excrementos en la vía pública

Con el objetivo de mejorar la convivencia ciudadana y mantener más limpio y habitable nuestro municipio, la Policía Local está patrullando de uniforme, y también de incógnito, las calles, las plazas y los parques para controlar la recogida de excrementos caninos por parte de los dueños de los perros. Una situación que, dada la magnitud del problema, muchos vecinos están denunciando ya día tras día. Y es que los excrementos caninos depositados en la vía pública así como los restos de orina, constituyen un riesgo importante para la integridad física de la ciudadanía, ya que además de ocasionar deslizamientos y caídas, constituyen un peligro potencial de contagio de enfermedades, especialmente para los más pequeños, ya que en sus juegos pueden entrar en contacto fácilmente con estos restos, sobre todo en los parques, así como también el mal olor que se desprende en muchas zonas, tanto por los excrementos como por el orín.

Por ello, se solicita la colaboración ciudadana para detectar este tipo de infracciones. Esta situación se ha convertido en un problema que ha llevado al Ayuntamiento, y en concreto a la Concejalía de Seguridad Ciudadana y a la Policía Local a tomar este tipo de decisiones con el único objetivo de mantener limpio Picassent y recuperar valores como la tolerancia y el civismo en nuestro entorno más cercano. Así lo ha afirmado el concejal del área, Salvador Morató.

Tal y como refleja la Ordenanza municipal, Las personas que conduzcan perros, impedirán que estos depositen sus excrementos en vías públicas (aceras, jardines, paseos, lugares de juego) y, en general, en cualquier lugar destinado al tránsito de peatones”. Por eso, en el caso de que los excrementos queden depositados en lugares no permitidos el propietario del animal está obligado a recogerlos, retirarlos en bolsas y depositarlos en las papeleras recolectoras instaladas para este fin.