El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, preside los actos del Día de la Merced
El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, ha informado que durante el año pasado, 1.298 internos del Establecimiento Penitenciario de Picassent cursaron formación en las dos Escuelas de Formación de Personas Adultas que prestan servicio en el centro y 375 internos realizaron Formación Profesional Ocupacional.
Una de las experiencias que el centro de Picassent está a la cabeza de España es el uso de la pulsera telemática de geolocalización que permite a los reclusos dormir en casa, sin tener que volver al centro, y que les ayuda a su reinserción en la sociedad. Un total de 350 reclusos usan estas pulseras, lo que supone que es la mitad de los penados que tienen régimen de tercer grado. Estos internos se encuentran en el Centro de Inserción Social (CIS) Torre de Espioca.
El propio director del CIS ha explicado al delegado del Gobierno el funcionamiento de estas pulseras, una experiencia calificada de muy positiva para una mejor reinserción de los internos. Hasta la fecha, sin este avance tecnológico, debían volver por la noche a la prisión, pero ahora pueden hacerlo en casa, estando allí a la misma hora que los reclusos que sí deben volver a Picassent.
La reducción del número reclusos en el centro penitenciario ha permitido reducir el ratio de funcionario por preso, situándose en 2,27 internos por funcionario en el año 2014 a 2,23 recluso por trabajador en este año 2015.
El Gobierno de España invertirá en los próximos dos años en el centro penitenciario de Picassent cerca de 16 millones de euros para realizar importante mejoras que en las instalaciones para dotarlas de una mayor seguridad y habitabilidad.
Entre las mejoras destacan un nuevo circuito de vigilancia interno o la colocación de interfonos en las celdas. También están mejorando las cubiertas y se renuevan los sistemas de calefacción. El presupuesto para Picassent está ya aprobado y ya están redactados o en fase de redacción muchos de estos proyectos que redunden en una mejora para funcionarios y reclusos.
El delegado que hoy ha presidido los actos conmemorativos del Día de Nuestra Señora de la Merced organizados por el Centro Penitenciario de Picassent, que el año que viene cumple 25 años. Moragues ha resaltado que esta formación que reciben en el centro penitenciario “es fundamental para poder conseguir a su salida su reinserción en la sociedad”.
Moragues ha subrayado también el programa “ser mujer.es” con el que, a través de un equipo multidisciplinar, se trabaja con mujeres que pueden o han podido ser víctimas de malos tratos.
En este día de la Patrona de Instituciones Penitenciarias, Moragues ha mostrado su reconocimiento “al trabajo de funcionarios y de todos aquellos que garantizan una convivencia pacífica e impulsan todas las facetas destinadas a que cuando los presos recuperen la libertad puedan reinsertarse en la sociedad”.
El delegado ha manifestado que el sistema penitenciario español “se encuentra entre los mejores del mundo” gracias “al gran trabajo que realizan los funcionarios y trabajadores de instituciones penitenciarias” y “al alto sentido de la responsabilidad y ejemplar compromiso” de la sociedad española con los 24.000 trabajadores de Instituciones Penitenciarias, repartidos por todo el Estado. En el Complejo Penitenciario de Picassent trabajan en la actualidad 1.081 personas (986 en el Centro Penitenciario y 95 en el Centro de Inserción Social Torre Espioca)
También hay que destacar que son cerca de 25 las ONGs y asociaciones que trabajan en el centro penitenciario, el año pasado fueron 463 los voluntarios que participaron en los programas que estas asociaciones realizan dentro del centro que van desde talleres de vida saludable hasta la atención a personas con alto riesgo de exclusión social.
Mejora de las infraestructuras
Moragues ha recordado que desde que se inaugurara la primera fase del Complejo de Picassent, -que cumple 25 años el próximo 10 de enero- se ha realizado “un gran esfuerzo en mejorar las infraestructuras, la habitabilidad del establecimiento y las oportunidades de educación y formación de los internos”
Así, en el Centro de Inserción Social Torre Espioca, el segundo más grande de España tras el CIS Victoria Kent de Madrid, “trabajadores y educadores sociales, psicólogos, juristas, sociólogos, pedagogos, monitores ocupacionales, médicos, enfermeros…facilitan la inserción social y familiar de todos los internos contrarrestando el internamiento y favoreciendo los vínculos sociales”.
El delegado que ha hecho entrega de las distinciones otorgadas por la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias a los distintos trabajadores del centro ha animado a los mismos a que “mantengan el alto nivel de esfuerzo y profesionalidad que demuestran y por el que obtienen el reconocimiento de la sociedad española”.
Un importante número de funcionarios, trabajadores y personal que colabora con el centro penitenciario recibieron el reconocimiento ayer con la entrega de las medallas al mérito y menciones honoríficas.
Tres de las medallas de plata al mérito social penitenciario fueron para Valentín Ruiz, juez de Vigilancia Penitenciaria; Juan Antonio Torrecilla, juez de Vigilancia Penitenciaria y Vicente Recuenco, Jefe del Servicio Social Externo del C.I.S. Torre Espioca. A todos ellos se les reconoce el excelente trabajo que realizan en el centro penitenciario con uno de los más altos reconocimientos de Instituciones Penitenciarias.
Dos medallas de bronce al mérito social penitenciario a fray Francisco Javier Palomares Peña, responsable de la Pastoral Penitenciaria y a Juan Carlos Segura, jefe de Gabinete de Dirección del C.I.S Torre Espioca.
Dos medallas de bronce al mérito penitenciario para Aurelia Villalba y Rafael Prat. Trabajan como educadores en la enfermería, su dedicación al tratamiento de internos e internas con enfermedad mental, colaborando en la implantación y desarrollo del programa PAIEM (Programa de Atención a enfermos mentales). Más de medio centenar de funcionarios recibieron una mención honorífica por haber cumplido 25 años de servicio.
