Moliner comparte una jornada de trabajo con los pescadores para conocer de primera mano la realidad del sector en la provincia

El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha sido el encargado, esta mañana al alba, de dar la salida a los barcos pesqueros en el puerto de Peñíscola. Así, Moliner, en compañía del vicepresidente de Turismo, Andrés Martínez, ha decidido compartir una jornada de trabajo con los pescadores para conocer de primera mano la realidad de este sector tan importante para la provincia.

El presidente provincial, como un marinero más, ha colaborado durante toda la mañana con las labores de captura y selección de pescado a bordo del barco Michín, junto al patrón mayor de Peñíscola, Miguel Castell, y el resto de tripulación.

"La historia de la provincia de Castellón no se puede escribir sin el mar ni la pesca. Sabemos de la importancia de este sector para el desarrollo económico de la provincia por eso, desde la visión supramunicipal de la Diputación, hemos querido conocer el trabajo, los problemas y las necesidades de nuestros pescadores para poder buscar soluciones de forma conjunta y eficiente", ha señalado Javier Moliner a su llegada al puerto.

Inversión en el sector pesquero

Cabe destacar que la institución provincial invertirá durante 2013 un total de 71.000 euros para la defensa y puesta en valor de los productos pesqueros de Castellón. De esta manera, la Diputación establece tres líneas de actuación mediante subvenciones a ayuntamientos de municipios pesqueros, a las propias cofradías y a través de las partidas destinadas a la promoción directa de los productos agroalimentarios de la provincia.

En esta línea, la promoción, puesta en valor y venta de los productos autóctonos de la provincia son una prioridad tal para la Diputación de Castellón, que ha incrementado un 31% el presupuesto del área de Desarrollo Rural, coordinada por el diputado Domingo Giner, para 2013. De esta forma, se cumple el compromiso asumido por Javier Moliner de potenciar la economía del mundo rural, así como de vincular la calidad de los productos castellonenses al turismo gastronómico, que va al alza en toda Europa.