Erika Escribá-Astaburuaga y Ars Organica brillan en su monográfico dedicado a Georg Frideric Handel
La cantante demostró su capacidad como soprano lírica, con una voz muy bien proyectada, rica en armónicos y con una vibración especial que le permitió cautivar a la audiencia de forma inmediata.
Su gran sensibilidad ilustró tanto los estados de doliente intimismo de algunas de las arias de óperas de Handel como el desgarro desesperado de otros pasajes, sin caer en excesos ni comprometer en modo alguno la musicalidad que requiere la música barroca.
En todo momento elegante, Astaburuaga ofreció una versión muy personal, por su calidez y emotividad, especialmente en los fragmentos de la ópera Julio César, así como en el bis, Lascia Ch'io Pianga (Almira) de Rinaldo.
La soprano –a la que los expertos auguran un brillante porvenir artístico y de la que destacan sus cualidades para afrontar a compositores del Romanticismo como Donizetti, Manssenet, Verdi y otros– recibió el eficaz apoyo del grupo Ars Organica, que siguió con precisión en todo momento las intenciones vocales de la cantante.
La anécdota de la noche fue un fallo en el sistema eléctrico que tanto la vocalista como los instrumentistas afrontaron con templanza y profesionalidad.
