Ximo Puig: "Los trabajadores no pueden acabar pagando los 15 millones de la tasa de gas del PP"

El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha afirmado esta mañana en Castelló que "los trabajadores no pueden pagar la tasa del gas del PP", en alusión a la nueva tasa impulsada por el Gobierno de Rajoy que supondrá para el sector, a partir del 1 de enero, unos sobrecostes de 15 millones de euros. Así se ha pronunciado en la rueda de prensa que ha ofrecido, acompañado del secretario provincial, Francesc Colomer, y de representantes de UGT y de CCOO con quienes se había reunido previamente para analizar la situación que atraviesa el sector. Para Puig, "los trabadores no pueden pagar la tasa del PP, una tasa impulsada por el Gobierno de Rajoy que supone una distorsión en el mercado de la producción industrial que genera incerteza y nuevos costes".

El secretario general ha insistido en que se trata de "un impuesto errático, confiscatorio y sin sentido en esta coyuntura, en la que, precisamente, lo que debería hacer el Gobierno es apoyar a los sectores exportadores, y no meterlos impuestos inasumibles que nos hacen menos competitivos". El portavoz socialista ha recordado que "apostamos desde el primer momento en lo que consideramos una reclamación como era no aplicar este impuesto y en esa línea presentamos enmiendas en el Congreso y en el Senado. Finalmente, el PP se ha opuesto en todos los casos y la realidad es que el sector se va a ver castigado con un sobrecoste de 15 millones de euros". Es un gran sector y el valor de la cohesión social y convivencia laboral. El también portavoz de Industria en el Congreso ha abogado por "un acuerdo justo que impulse un sector que es fundamental para las comarcas de Castelló y para todo el país", en referencia a la huelga que está manteniendo la cerámica en estos momentos. "Nosotros apoyamos absolutamente las bases del acuerdo firmado entre la CEOE, Cepyme, UGT y CCOO en el que las partes acordaron una moderación salarial y un gran esfuerzo de rentas para los trabajadores". Por ese motivo, Puig ha sido especialmente crítico con la reforma laboral del PP, porque "es inconcebible que se pretende despojar de derechos a los trabajadores". De hecho, en la reunión previa que han mantenido, se ha puesto de manifiesto que la patronal no habría podido plantear las condiciones abusivas que tiene ahora sobre la mesa, "sin la reforma laboral del PP".

Pero el secretario general ha ido más lejos a la hora de plantear soluciones que pasan por "la reindustrialización de nuestro país. La vía valenciana de la prosperidad pasa por hacer lo que mejor sabemos hacer que es la reindustrialización, impulsar una industria agroalimentaria, y más servicios de calidad a través de turismo y economía real". Puig ha recordado que el peso de la industria desde que el PP está al frente de la Generalitat ha pasado de representar el 20% del PIB a menos del 12% actual. "La política del austericidio solo nos lleva a la depresión colectiva y así no se puede empezar como pais. Es necesario cambiar la reforma laboral y la política económica y el camino del éxito de la cerámica ha sido el acuerdo, y el acuerdo para que sea acuerdo tiene que ser justo".

Por su parte, el secretario provincial ha insistido en que "no podemos permitir que la reforma laboral del PP acaba lesionando de manera tan contundente y dan dura los intereses de los trabajadores en esta provincia. El partido socialista desea que haya un acuerdo con el sector del azulejo, como siempre los ha habido desde hace 34 años". El también portavoz socialista en la diputación ha insistido en que ese acuerdo sea "productivo, justo y coherente con los intereses de los trabajadores que están ahora perfectamente representados por los sindicatos". Para Colomer, "no podemos competir en precios, no podemos competir con salarios y liquidando derechos conquistados después de muchos años. El PP ha abandonado las políticas de reindustrialización y ha dejado aparcadas herramientas tan importantes como los institutos tecnológicos". Por último, ha concluido con que "no se puede competir degradando la calidad de vida de los trabajadores. El consenso y el diálogo son conceptos básicos y la reforma laboral pesa de una manera clarísima y no podemos permitir lesionar de una manera tan grave los intereses de miles y miles de trabajadores".