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Se prevé que continúe aumentando el paro producido por los ERE

    Los sindicatos y las asociaciones empresariales de Castellón prevén que en los próximos meses continúe aumentando el número de trabajadores de la provincia afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE), que ya han afectado a cerca de 2.800 personas entre enero y agosto de 2008.

    Representantes de los sindicatos UGT y Sindicato Independiente, las patronales de la cerámica y la construcción, ASCER y APECC respectivamente, y la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) han coincidido en destacar la gravedad del problema social generado por el aumento del paro y las extinciones de contratos en una provincia muy dependiente del sector de la construcción.

    Según datos del Ministerio de Trabajo, desde enero hasta el mes de agosto un total de 2.783 trabajadores de la provincia de Castellón ha perdido su empleo como consecuencia de los expedientes de regulación, tanto de extinción como temporales, resueltos por la autoridad laboral.

    Esa cifra supera las registradas en Castellón en los últimos diez años, cuyo pico máximo se alcanzó en 2005 cuando cerca de 1.700 trabajadores se quedaron sin trabajo al presentarse ERE en sus empresas.

    El secretario general de UGT en Castellón, Tino Calero, y su homólogo del Sindicato Independiente en la Comunitat Valenciana, Fermín Palacios, advierten de que esta situación se alargará, al menos, un año y medio.

    Las patronales de la cerámica y de la construcción de Castellón esperan también que los ajustes laborales continúen durante los próximos meses.

    "Como patronal estamos trabajando conjuntamente con los agentes sindicales para tratar de amortiguar de la mejor manera esta difícil situación", apuntan fuentes de ASCER en referencia al pacto alcanzado con los sindicatos para primar las destrucciones temporales de empleo frente a las extinciones.

    El presidente de la APECC, Rafael Doménech, admite que la crisis se ha agravado en Castellón por su dependencia del sector de la construcción, estrechamente relacionado con la industria de la cerámica.

    "Obviamente, el sector de la construcción es uno de los ejes de la economía castellonense" declara Doménech, quien, no obstante, incide en que "la crisis de la economía mundial no sólo está afectando a la construcción, sino que también ha golpeado a otros muchos sectores en la provincia y en el país".

    Tanto los representantes sindicales como el delegado de ADICAE en Castellón, Vicente Bellido, responsabilizan al sector de que la crisis económica sea en Castellón más profunda que en el resto de provincias españolas.

    "El problema es que Castellón ha basado su crecimiento en el sector inmobiliario y en cuatro o cinco años la construcción se ha convertido en el sector principal, al amparo de la administración", señala Tino Calero.

    El principal objetivo de los sindicatos es que las suspensiones de empleo afecten al menor número de trabajadores posible, y medidas como el impulso a la construcción de viviendas de promoción pública contentan a ambas partes.

    Sobre el cambio de rumbo en el sector de la construcción, Vicente Bellido apunta que la vorágine en la que había caído el sector pedía a gritos una reestructuración para que se cerraran "chiringuitos", sobrevivieran las empresas fuertes, se equilibrara la oferta y la demanda, y bajaran los precios.

    En la misma línea, Calero entiende la reestructuración como una vuelta a un modelo económico racional, cuyo crecimiento no esté basado en el sector inmobiliario sino en la industria, en los servicios y en la potenciación del turismo.

    El secretario general del Sindicato Independiente opina que el sector ya se modernizó en su día, y que ahora ha de localizar "mercados emergentes y realizar una comercialización basada fundamentalmente en las exportaciones, hasta que se revitalice el sector nacional".

    En cambio, desde la APECC, su presidente asegura que la forma de trabajar del sector ya ha cambiado y arguye que el mercado evoluciona, los consumidores tienen nuevas necesidades y la crisis acucia a buscar nuevas fórmulas y vías para trabajar.

    "Podemos decir que todavía estamos inmersos en la transformación, pero que el cambio ya se ha producido", asegura Doménech, quien confía en que "la reactivación del sector llevará intrínseca un aumento del trabajo" en una provincia que supera los 30.000 desempleados.

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