Ferrer afirma que los recortes de Camps hacen que entrar en un ciclo formativo sea tan difícil como en una carrera universitaria
La secretaria de educación denuncia que muchos jóvenes en el paro por la crisis de la construcción que querían volver a estudiar “se han encontrado ahora con las puertas cerradas en los centros por falta de plazas”
Un ejemplo paradigmático del abandono de la Formación Profesional por el PP, según Ferrer, es el Instituto Politécnico de Castellón, ya que “en junio la Conselleria suprimió tres ciclos formativos y ahora el centro no ha podido atender la demanda en especialidades como Automoción y Electricidad, tanto en los ciclos de Grado Medio como de Grado Superior”. El tema es tan grave que ya “no sólo en la capital faltan plazas, también en el resto de la provincia, como es el caso de Ciclo d’Educación Infantil de Nules”. La portavoz socialista ha recordado además que “mientras faltan plazas, la Conselleria de Educación tiene pendientes desde hace años las obras de ampliación de centros necesarias para atender la demanda creciente de formación, como en el IES Vicent Castell, el Caminàs o el Matilde Salvador, con un solar abandonado, que fue cedido por el Ayuntamiento a la Generalitat hace más de cuatro años”.
Para Ferrer, es “inaceptable que alumnos que el año pasado obtuvieron con éxito el Graduado Escolar en programas orientados hacia la Formación Profesional, como son los Programas de Diversificación Curricular o los PQPI (Programas de Cualificación Profesional Inicial) se encuentren las puertas cerradas cuando quieren acceder a los ciclos formativos, ya que poca motivación tendrán los alumnos para estudiar si no les podemos garantizar el aprendizaje de una profesión que los prepare para un futuro laboral digno”. Para la responsable de Educción “no es éste el camino para acabar con el fracaso escolar que sitúa nuestra provincia a la cola de Espanya, ni para superar la falta de titulados de formación profesional que lastra nuestra economía”. Por todos estos motivos, para Ferrer, es “inadmisible que mientras al conseller Font de Mora le duelen los recursos para invertir en la formación profesional, se gaste el dinero en ocurrencias como ofrecer el chino en los institutos de secundaria o fomentar y pagar con dinero público uniformes en los colegios”.