La Diputación garantiza el servicio de teleasistencia a 500 ancianos “invisibles para el IMSERSO”
En la actualidad, la Diputación garantiza el servicio de teleasistencia domiciliaria a 3.101 usuarios, con más de 500 peticiones en lista de espera. Este servicio cuenta con un coste anual para las arcas provinciales de 728.596 euros. Sin embargo recibe una financiación por parte del gobierno central correspondiente a 2.658 beneficiarios, por valor de 473.587 euros, que son los que el IMSERSO reconoce únicamente como beneficiarios. Una cifra que no ha aumentado desde el año 2007. Durante los ejercicios 2008 y 2009, en los que se incrementó lógicamente el número de usuarios, el gobierno mantuvo la misma partida económica. Es decir, que la Diputación asume anualmente el coste de mantenimiento del dispositivo de teleasistencia de 500 ancianos cifrado en alrededor de 250.000 euros.
Rubén Ibáñez ha recordado “que desde el organismo provincial estamos prestando un servicio importante a las personas que más lo necesitan, y eso es algo que debe de llenarnos de orgullo a todos los castellonenses. Los ancianos están en sus casas con la tranquilidad de que están atendidas en caso de que sufran algún percance. Por eso no hay derecho a que desde el gobierno les nieguen un servicio al que tienen derecho. Si recibiéramos la financiación que nos corresponde, ahora mismo habrían 3.600 usuarios del servicio de teleasistencia en la provincia de Castellón. Y no los 2.658 que únicamente permite Zapatero”.
En la actualidad la Diputación de Castellón ofrece los servicios de teleayuda o teleasistencia a cerca de 4.600 mayores, (3.101 en teleasistencia y 1.505 en teleayuda). Es decir, que cerca de 5.000 personas de la provincia de Castellón tienen instalado en su casa un dispositivo para pedir auxilio en caso de emergencia. El primero corre a cargo de la Diputación y se solicita en el departamento de Servicios Sociales del ayuntamiento de cada municipio. El Servicio Provincial de Teleayuda Domiciliaria se presta con carácter absolutamente gratuito, sin coste alguno para el usuario del mismo. El segundo, se financia con la aportación de varias administraciones y la presta Cruz Roja.
Ambas consisten en la instalación de un equipo emisor en el propio domicilio del usuario para pedir ayuda en caso de emergencia. La diferencia es que en la teleayuda se transmite un mensaje de socorro a una secuencia de números de teléfono de familiares, vecinos o personas allegadas; mientras que en la teleasistencia hay conexión directa con una central de Cruz Roja con personal especializado. Este último servicio va dirigido a personas que no tienen quien se ocupe de ellas en casos de urgencia. El perfil del usuario está muy definido. Más de un 80% son personas de más 70 años, la mayoría octogenarios. El 80% son mujeres que, en el 70% de los casos, se encuentran solas. Un elevado porcentaje sufre alguna minusvalía, cardiopatías o enfermedades respiratorias.
