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Ernest Blanch cree que Barrachina, al poner el PP en manos de la heredera política de Francisco Martínez, está optando por volver al pasado

    El secretario de Acción Electoral y Comunicación del PSPV-PSOE en la provincia de Castellón, Ernest Blanch, considera que el nuevo presidente provincial del PP, Miguel Barrachina, ha decidido nombrar secretaria de organización de su partido a la actual alcaldesa de Vall d’Alba, Marta Barrachina, a sabiendas de que se trataba de la heredera política de Francisco Martínez, y colaboradora necesaria durante 12 años en todos los chanchullos que éste presuntamente ha cometido desde la alcaldía.

    En opinión de Blanch, lo que Miguel Barrachina deja claro con este nombramiento es que no ha llegado a la presidencia provincial del PP para desautorizar a nadie, sino para asumir como propia toda la obra perpetrada en Vall d’Alba por Francisco Martínez por espacio de 24 años, un periodo de tiempo durante el que se comportó como el auténtico cacique de la localidad y del conjunto de la comarca. Algo que, añade Blanch, fue posible gracias al apoyo incondicional y a los plenos poderes que le concedió su jefe y cacique mayor provincial, Carlos Fabra.

    Por lo tanto, añade el dirigente socialista, la señal que manda Miguel Barrachina al premiar a Marta Barrachina es la de que asume como propio el legado de Francisco Martínez y, por lo tanto, el de Carlos Fabra, ya que Martínez sin Fabra no se podría entender.

    Extraña renovación la que practica el PP de Castellón, que cuando se pone a mirar al futuro, pone la organización interna, el día a día del partido, en manos de una persona que durante 12 años respaldó siempre en el pleno con su voto todas las aviesas iniciativas de Francisco Martínez, que está bajo sospecha de haber utilizado su cargo para enriquecerse personalmente. Una sospecha que ha llevado al fiscal a solicitar para él una pena de 11 años de prisión. Petición que, por otra parte, el Partido Socialista, personado en la causa como acusación popular, eleva hasta los 16 años de cárcel.

    Para Ernest Blanch esta vuelta al pasado del Partido Popular resulta inaudita, porque al avalar con su nombramiento a la actual alcaldesa y colaboradora necesaria de todos los chanchullos de Martínez, está avalando el caciquismo representando por Fabra y Martínez que Moliner tantas veces nos dijo que estaba superado.

    “Sin embargo, vemos que no es así, sino que Miguel Barrachina al optar por Marta Barrachina, está avalando las prácticas lamentables que durante muchos años fueron moneda de uso común en Vall d’Alba y que llevaron al portavoz socialista en la localidad, Fernando Grande, a vivir un auténtico calvario”.

    “Vemos con tristeza y preocupación que Barrachina avala con su nombramiento el proceder de aquellos tiempos en los que el portavoz de la oposición fue perseguido y acosado, como también lo fueron quienes se resistieron a doblar la cerviz y someterse a los caprichos del entonces alcalde, que en todos los casos escondían presuntamente un deseo desmedido de poder y dinero al precio que fuera necesario, incluidas la decencia y la honradez”.

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