elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

La desembocadura del Mijares sigue abierta al mar 9 meses después de la última riada

La desembocadura del Mijares sigue abierta al mar 9 meses después de la última riada
    MÁS FOTOS
    La desembocadura del Mijares sigue abierta al mar 9 meses después de la última riada - (foto 2)
    La desembocadura del Mijares sigue abierta al mar 9 meses después de la última riada - (foto 3)
    La desembocadura del Mijares sigue abierta al mar 9 meses después de la última riada - (foto 4)

    La gola sur del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, entre Borriana i Almassora, continúa comunicada con el mar 9 meses después de sufrir la última fuerte riada. El pasado mes de marzo de 2015 una gran avenida rompió el cordón litoral de piedras que separaba superficialmente el mar de las lagunas. Desde entonces la entrada de agua salada es constante hasta unos cientos de metros tierra adentro. Este proceso natural está transformando las condiciones ecológicas de este tramo de la zona húmeda protegida. Carpas y barbos, entre otras especies, adaptadas a aguas salobres están dando paso a especies de peces eminentemente marinas como son las doradas, los sargos e incluso se están pescando pulpos a unos cientos de metros del mar.

    Desaparece la vegetación autóctona

    El caudal circulante del Mijares es bastante variable a lo largo del año. El tramo superior de la desembocadura suele tener un flujo constante durante todo el año gracias al aporte de las aguas tratadas en las depuradoras de Vila-real y Almassora. En el tramo más bajo del agua únicamente circula en situaciones de fuertes lluvias persistentes. Con estas condiciones les goles del Mijares suelen estar incomunicadas superficialmente con el mar. Por lo tanto el agua de las lagunas suele ser salobre. Pero desde que el agua marina penetra directamente tierra adentro, la comunidad de plantas que crece formando un cordón al borde de las antiguas lagunas está empezando a morirse debido a la salinidad. Así el conjunto de plantas autóctonas propias del tramo final de la desembocadura del Mijares como la boga y el carrizal se están secando. Por su parte la caña, especie de origen exótico introducida hace muchos años, también se encuentra en un proceso de desecación.

    Subir